El mismo estudio pone de manifiesto que, en los últimos díez años, el número de incidentes ocurridos en las viviendas españolas practicamente se ha duplicado.

El Grupo Aurora Polar, que ha extrapolado los datos de sus propias pólizas, asegura que tan sólo el 40 por ciento de los 14 millones de domicilios que existen en nuestro país cuentan con un seguro para el hogar (cerca de 5 millones de pólizas), cifra muy inferior a la de la Comnidad Europea (CE), que alcanza al 80 por ciento de los domicilios.

Del total de asegurados, el 15 por ciento sufrió algún siniestro el pasado año, frente al 8,5 por ciento de 1981.

El análisis de ese grupo asegurador revela que el gasto medio por siniestro para una compañía de seguros se eleva a unas 50.000 pesetas, mientras que el coste medio de una póliza para el hogar se sitúa en 13.500 pesetas anuales, con un capital medio asegurado de casi 8 millones de pesetas.

Los daños por agua y larotura de cristales son, por este orden, los siniestros más frecuentes en una vivienda y, conjuntamente, acaparán el 80 por ciento de los partes que sus propietarios entregan a las aseguradoras.

La rotura u obstrucción de tuberias y los olvidos en el cierre de los grifos supone el 40 por ciento de la cifra total de gastos destinado a siniestros de las compañías aseguradoras.

Al sector asegurador le sale más barato reponer los cristales rotos, ya que supone el 10 por ciento del total del coste de os siniestros. Sin embargo, el número de roturas de cristales supone el 39 por ciento de los accidentes ocurridos en las casas.

Los siniestros derivados de robo o intento de robo en el hogar han experimentado un ligero descenso, ya que seis de cada cien asegurados sufrieron el pasado año este problema, frente al 10 por ciento de 1988.