En declaraciones tras una reunión de la interparlamentaria del PSdeG, Blanco confirmó que "nadie ha dicho que el "impuesto verde" vaya a aplicarse sobre los carburantes, sino que estaría vinculado a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

El objetivo de la fiscalidad verde es combatir los efectos, ya presentes, del cambio climático, y la reflexión abierta ahora al respecto, en el marco de la ley de desarrollo sostenible, tiene como fin "impulsar un nuevo modelo de crecimiento económico".

Dentro de este contexto, se mostró convencido de que las medidas "van a contemplar los dos casos", es decir, la aplicación de estímulos fiscales para avanzar en el combate de los efectos del cambio climático y actuaciones en "materia impositiva", aunque no detalló las características, ya que, dijo, esta medida está todavía en fase de "reflexión".