Así lo garantizó este miércoles, una semana después de la explosión en el número 98 de esta misma calle, el delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes, quien informó de que los dos últimos pisos, la planta sexta y séptima del edificio siniestrado, ya se han desmontado casi por completo.

Fuentes apuntó que lo importante no es solo la demolición de la estructura del edificio, sino también cómo se está recogiendo todo el escombro generado, ya que “no se quiere generar un sobrepeso a la estructura”.

El delegado explicó que las obras de adecuación del número 102 se encuentran terminadas, por lo que esta misma tarde se dará el permiso para que las viviendas vuelvan a ser habitadas, después de que se hayan “los tapados de huecos y la mejora de la cubierta”.

El responsable de Desarrollo Urbano cifró en 16 personas de ocho viviendas del número 102 de la calle Toledo las que están alojadas en un hotel, pero destacó que la compañía suministradora confirmó que esta tarde “se van a llevar a cabo dos acometidas para que puedan tener gas los vecinos del 102 y del 94, que también estaban sin gas”.

Así, a las 18 horas se van a terminar los trabajos de demolición, para que acto seguido entren los técnicos de Gas Natural para que puedan llevar a cabo las dos acometidas para estos dos edificios.

Fuentes señaló que los trabajos de demolición pararán en el forjado de la quinta planta porque “ya no existe riesgo estructural”. A partir de ahí, explicó, “daremos paso a la propiedad para que sean ellos los que decidan qué quieren hacer con el edificio”.

El delegado indicó que su misión es garantizar la seguridad. “Desde donde dejamos de demoler el edificio, se encuentra en condiciones de estabilidad necesarias”, por lo que será la propiedad “si continúa con su derribo o si se reconstruye”.

Por último, auguró que los alumnos del colegio contiguo al edificio siniestrado podrán volver el próximo 8 de febrero, aunque dependerá de la decisión de la propiedad de continuar con el derribo o no.