Pérez Rubalcaba respondió a una pregunta del senador de Entesa Catalana de Progrès Jordi Guillot, que le pidió que “corrija” la estrategia del Gobierno y que “aliente”, en vez de “entorpecer”, la transición de la izquierda abertzale a las reglas democráticas a la vista de sus avances.

El Gobierno “no ha negado nunca la existencia de esos pasos”, dijo el ministro, pero los considera “insuficientes”. Lo que no se puede pretender, le advirtió después Guillot, es pedir cada vez más pasos cuando ya se han dado los requeridos previamente, o que la izquierda abertzale entre en el juego democrático sin su propia gente.

Pensar que todo es un “montaje”, alertó Guillot al Gobierno, supondría “infravalorar un proceso significativo” por parte de ese mundo, y colocaría además a fuerzas democráticas en el papel de meras “comparsas” del terrorismo.

“No tengo nada contra el fondo de su intervención”, le dijo Pérez Rubalcaba, porque el Gobierno siempre ha pretendido que la izquierda abertzale se incorpore a la democracia respetando las reglas que la sustentan.

Sin embargo, recordó que Batasuna fue ilegalizada porque el Tribunal Supremo la consideró parte del entorno de ETA, y esa tesis fue respaldada por el Constitucional y por el Tribunal Europeo de Estrasburgo, y de ella se deduce lo que debe hacer ese mundo para regresar a la legalidad: o consigue que ETA abandone “definitivamente” la violencia, o rompe “fehacientemente” con la banda.

Lo primero “no lo ha conseguido” y a pesar de que ETA está en tregua el reciente tiroteo en Francia recuerda que no ha abandonado la violencia, dijo el ministro. Y lo segundo tampoco se ha producido, aseguró, porque el Supremo ha impedido su registro como partido porque no ha habido una ruptura “que nos deje tranquilos” a los demócratas.

A partir de los informes de las fuerzas de seguridad, la Abogacía y la Fiscalía interpondrán las impugnaciones “correspondientes”, aseguró el ministro, sin precisar si prevé o no una impugnación en bloque de todas las listas.

El ministro defendió la tesis de que “estamos recorriendo los últimos pasos” del terrorismo, “estamos en el principio del fin” gracias al trabajo de décadas de todas las instituciones democráticas.

En esta etapa, reconoció que pueda haber “discrepancias” que se mostró dispuesto a escuchar pese a no estar de acuerdo, puede haber quien quiera “ir más deprisa” y quien quiera asegurarse de que cada avance es “irreversible”, pero pidió un esfuerzo para que no falle la unidad de los demócratas sobre la base de que ha sido la firmeza la que “nos ha llevado a estar donde estamos”.