“La mezcla del deporte y la política no ayuda nada al deporte”, respondió Pérez Rubalcaba, al ser preguntado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, por la posible polémica reiterada a cuento de los pitidos al himno nacional.

Como gran aficionado al deporte “a todas horas”, el ministro se incluyó entre la mayoría de los ciudadanos que simplemente quiere disfrutar del partido de fútbol, y en ese sentido reconoció que está viendo y leyendo “cosas que no me gustan nada”.

A los ciudadanos, aseguró, “no les interesa nada la confrontación política”, y menos cuando contamina una competición deportiva como es una final de fútbol.