Así lo afirmó Rubalcaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tras señalar que el Gobierno solicitará al Congreso el próximo martes, a instancias de la ministra de Defensa, la autorización para prorrogar por dos meses la participación de los medios aéreos, fijada inicialmente para un mes.

Rubalcaba resaltó que España "naturalmente iría" a una misión humanitaria si la ONU finalmente "pide apoyo para asegurar la llegada" de las provisiones alimentarias para los ciudadanos libios.

La "crisis libia" está "mejor pero no solucionada", por lo que el despliegue militar se mantiene, añadió. De ahí que se haya prorrogado por dos meses la participación de los cuatro aviones caza F-18 y el avión de reabastecimiento en vuelo dedicados a garantizar el cierre del espacio aéreo.

El portavoz del Ejecutivo dejó muy claro que "en modo alguno" se desplegarían tropas sobre el terreno porque "explícitamente" las resoluciones de Naciones Unidas sobre la crisis de Libia lo "prohíben". El nuevo cometido se realizaría con los efectivos ya en la zona.

Pese al lapsus del vicepresidente, que sólo cifró en "tres aviones y unos barcos" la participación española, actualmente, el dispositivo que aporta España a esta operación internacional de la OTAN está integrado por cuatro cazas F-18 del Ala 12 del Ejército del Aire y un Boeing 707 de abastecimiento en vuelo, perteneciente al 47 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire, que se encuentran desplegados en la base italiana de Decimomannu (Cerdeña) colaborando en el control de la zona de exclusión del espacio aéreo libio. Igualmente, en la misión de embargo naval para impedir la llegada de armas y combatientes, la aportación española incluye la presencia de la fragata "Méndez Núñez", el submarino "Tramontana" y un avión de vigilancia marítima CN-235.