Tras intervenir en unas jornadas organizadas por la escuela de negocios IESE, Campa insistió en que existen argumentos "razonablemente convincentes" para afirmar que "somos capaces de crecer" y "podemos decírselo a cualquier inversor".

En este sentido, dijo que la economía "no está estancada", sino que atraviesa un proceso en el que sus componentes se están ajustando de manera importante.

Por ello, puntualizó que mientras algunos componentes de la economía están cayendo otros también están creciendo.

No obstante, el secretario de Estado de Economía reconoció que el consumo "todavía no está repuntando" y que la subida de tipos "puede afectar a las familias más apalancadas".

Por el contrario, argumentó que el plan de reducción del déficit del Ejecutivo ya está teniendo sus efectos positivos sobre la economía, lo que se ha traducido en reducir el diferencial con respecto al bono alemán.

En materia laboral, Campa se refirió a la necesidad de sacar adelante la reforma de la negociación colectiva entre patronal y sindicatos. En esta línea, dijo que la reforma debe fomentar la flexibilidad interna "para permitir que las empresas puedan ajustarse a su situación particular".

Campa también se refirió a la tasa de ahorro de las familias españolas y afirmó que "tienen riqueza (inmobiliaria) pero es ilíquida".

Por ello, defendió que es preciso cambiar la mentalidad de las familias en cuanto a la inversión inmobiliaria. Así, subrayó que es preciso desterrar la idea de que lo mejor que pueden hacer las familias por sus hijos es dejarles un piso.

Por último, el secretario de Estado de Economía afirmó que es preciso culminar "cuanto antes" el proceso de recapitalización del sector financiero en España para que el crédito vuelva a fluir con normalidad.