Joan Herrera, de ICV, se quedó solo en su defensa de la proposición no de ley en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que pedía que el Congreso expresara su "consternación y rechazo" a las declaraciones del Papa de que "no se puede superar (el sida) con la distribución de preservativos, al contrario, aumentan el problema".

Esta postura fue rechazada por el PP, CiU y PNV, y el PSOE se abstuvo, en tanto que el Grupo Mixto se ausentó tanto en el debate como en la votación.

Además, la iniciativa proponía que el Gobierno protestara por vía oficial y diplomática a través del embajador español en el Vaticano, que reaccione "enérgicamente" frente a todo Estado u organización que cuestione la utilidad del preservativo como medio profiláctico contra la transmisión del sida y que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación rechace estas declaraciones en sus entrevistas con otras autoridades extranjeras.

Herrera afirmó que estas declaraciones "no eran un simple error, sino una estrategia deliberada de dogmatismo deliberado" frente las políticas globales de lucha contra el VIH y añadió que "muchos católicos que trabajan en África para prevenir el sida reparten preservativos".

Además, señaló que su iniciativa era similar a otra aprobada por el Parlamento belga y destacó que el sida "es un drama que tiene proporciones dantescas: en África cerca de 25 millones de personas están afectadas por el VIH y el 75% de la población mundial que muere es africana".

"TUFILLO DECIMONÓNICO"

Por su parte, el portavoz del PSOE, Joan Calabuig, lamentó las declaraciones del Papa y recalcó que el preservativo es "un elemento esencial en las estragtegias para prevenir el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual", pero se desmarcó de la iniciativa de ER-IU-ICV por considerar que "no es el momento ni el lugar" para reprobar a un jefe de Estado.

El portavoz del PP, Gonzalo Robles, criticó a Herrera por presentar una iniciativa "con un tufillo decimonónico y con el prejuicio anticlericante de algunos sectores de la izquierda" y agregó que un artículo de un tratado internacional con el Papa y el Vaticano refleja que España se compromete a "respetar la expresión libre del magisterio de la Iglesia".

Carles Campuzano, de CiU, indicó que la proposición no de ley presentada por Herrera perseguía "conseguir titulares mediáticos en vez de cambiar las cosas. No tenemos interés en juzgar las opiniones del Papa en términos simples y maniqueos, cuando todos compartimos el consenso médico y científico en esta materia".

Por último, Aitor Esteban, del PNV, aseguró que le habría gustado que las declaraciones del Pontífice "no se hubieran producido", pero añadió que no le parecía "serio" reprobar esta opinión, más cuando los misioneros católicos en África "no van a dejar de repartir preservativos sobre el terreno".