La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a Garate este miércoles a partir de las 10.30 horas. El fiscal encargado del caso, Daniel Campos, solicitará 78 años y nueve meses de cárcel para el acusado al atribuirle delitos de pertenencia a banda armada, asesinato, detención ilegal, depósito de armas y explosivos, lesiones y falsificación en documento oficial.

El escrito del fiscal señala que Garate, junto a los etarras ya condenados Francisco Antonio Cabello y Juan María Gabirondo, se introdujeron en España a mediados de 1986 aprovechando una red de colaboradores. En la tarde del 15 de octubre de 1986 los tres terroristas abordaron violentamente al empresario Aguinagalde a su salida del frontón de Mendizorroza de Vitoria y le obligaron a meterse en un coche.

Llevaron al secuestrado hasta una cueva en el monte Eguski-Ola, en el término municipal de Ceánruri (Vizcaya), que habían habilitado anteriormente. Los etarras suministraron al industrial comida y prensa mientras la organización terrorista “negociaba el pago de un rescate a cambio de su vida”.

El 1 de noviembre un agente de la Ertzaintza que caminaba por la zona descubrió la cueva y se percató de que la entrada estaba tapada con una losa. A primera hora de la mañana del día siguiente una patrulla de la Policía Autónoma Vasca se desplazó al lugar, sorprendiendo en los alrededores al etarra Cabello, al que detuvieron.

Los agentes rodearon la cueva e hicieron varios llamamientos. Al no obtener respuesta, uno de los ertzainas se dispuso a entrar, momento en el que Garate, metralleta en mano, y Gabirondo, portando una pistola, comenzaron a disparar contra los policías, matando a uno de ellos e hiriendo a otro. Los dos etarras huyeron monte abajo, si bien la Ertzaintza pudo finalmente detener a Garibondo.

Además de los 78 años de cárcel, el fiscal pide que Garate indemnice con diferentes cantidades de dinero a los herederos del agente muerto así como al empresario Aguinagalde “por los sufrimientos físicos y morales padecidos durante el secuestro”.