En el Foro de la Nueva Sociedad, organizado por Nueva Economía Fórum, Corbacho advirtió de que esos acuerdos de largo alcance tampoco serán posibles si se intenta utilizar la inmigración “como instrumento para desgastar al adversario político”, con críticas “como las que hemos escuchado estos días”.

En su opinión, la tramitación de la reforma de la ley de extranjería supone “una gran oportunidad” para lograr este tipo de pactos, que deben buscar “el máximo consenso posible en lo políticos y en lo social”.

El ministro reiteró también que su postura es que la inmigración debe ser “legal, ordenada, regular y vinculada a las necesidades del mercado de trabajo”, además de estar coordinadas con las políticas europeas sobre esta materia.

Por otro lado, Corbacho se refirió al programa de retorno voluntario para trabajadores desempleados extracomunitarios, que, desde su entrada en vigor, “está cumpliendo con los objetivos propuestos”.

En este sentido, negó rotundamente que la crisis pueda llevar al Ejecutivo a pasar del retorno voluntario al obligatorio. “No vamos a echar a nadie por el hecho de ser inmigrante, y mucho menos por estar en paro”, aseveró.