El acusado en el último juicio por los GAL niega haber participado en los atentados de los bares de Bayona
- Planchuelo asegura que se enteró “por la prensa”
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El ex jefe superior de la Policía Nacional en el País Vasco Miguel Planchuelo negó este lunes haber participado en los atentados cometidos por los GAL –a través de sicarios portugueses- en los bares "Consolation" y "Batzoki" de Bayona (País Vasco francés) en febrero de 1986, que dejaron un total de ocho heridos.
“Me enteré por la prensa de que hubo unos atentados en los bares, nunca ordené contratar a sicarios o a mercenarios”, aseguró Planchuelo en el juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra él por haber presuntamente ordenado y organizado la financiación de los dos atentados.
La acusación popular solicita un total de 114 años de cárcel para él al acusarle de ocho delitos de asesinato en grado de tentativa y otro de estragos. La Fiscalía no ejerce la acusación al entender que “no se puede considerar autor” a Planchuelo, según se recoge en su escrito de conclusiones.
Planchuelo aseguró ante el tribunal que le juzga que la única acción de los GAL en la que participó fue en el secuestro en 1983 de Segundo Marey, una acción por la que fue condenado en 1998 por el Tribunal Supremo a nueve años y seis meses de cárcel.
El acusado dijo que participó en este secuestro “debido a las circunstancias que se estaban produciendo en el País Vasco; era un caos, un muerto hoy y otro mañana, el Gobierno planteó que se podía hacer un secuestro”.
ENLACE DE LOS GAL
A pesar de esta afirmación, el ex jefe superior reconoció haber elaborado por orden del que fuera jefe del mando único de la lucha antiterrorista Francisco Álvarez, que era su superior jerárquico, un comunicado para desmentir la intervención de los GAL en el asesinato del dirigente de la izquierda abertzale Santi Brouard, que tuvo lugar en noviembre de 1984.
Planchuelo también reconoció haber conocido a Jean-Philippe, el presunto agente de la policía francesa que servía de enlace en las acciones terroristas de los GAL. El acusado dijo que acompañó a Álvarez a una reunión mantenida en el hotel Villamagna de Madrid con Jean-Philippe, pero dijo que no se enteró de nada porque se habló en francés.
Dijo que el jefe del mando único de la lucha antiterrorista tenía interés de montar una estructura de información en el sur de Francia, con pisos y confidentes.
VIAJE A PORTUGAL
Planchuelo también dijo recordar que Amedo y Domínguez viajaron a lo largo del año 1985 a Portugal, donde captaron a los mercenarios portugueses Rogerio Fernando Carvalho da Silva, Antonio Jorge Ferreira Cisneros y Paolo Figueirido Fontes, autores materiales de los atentados contra los bares "Consolation" y "Batzoki".
El acusado dijo no haber tenido conocimiento de que el objetivo del viaje era captar a sicarios si no que creía que el objetivo de Amedo y Domínguez se habían desplazado a Portugal para contactar con un informador que iba a hablarles de una venta de armas a ETA.
En este sentido, explicó que los agentes que querían desplazarse al extranjero tenían que solicitar una autorización y sus gastos se financiaban a través de las dietas, nunca con partidas de los fondos reservados.
Planchuelo se negó a contestar a las preguntas de la acusación popular, representada por la abogada Begoña Lalana.
El juicio continúa con la declaración de los testigos, entre los que destacan los expolicías José Amedo y Michel Domínguez, responsables de los comandos de los GAL y que fueron condenados a sendas penas de 108 años de cárcel.
También está previsto que presten declaración los exmiembros de Interior Francisco Álvarez, Jesús Martínez Torres, Rafael del Río y el ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristobal, así como el ex dirigente del PSE Ricardo García Damborenea.
(SERVIMEDIA)
04 Abr 2011
DCD/caa