Rodríguez Zapatero epuso su oferta electoral a una entregada militancia que llenó hasta los topes el pabellón Príncipe de Asturias, basada en la necesidad de "cambiar las cosas" para superar la etapa de inmovilismo y enfrentamiento del PP, la del "Gobierno del ordeno y mando y cállese usted", para pasar a una era de entendimiento y respeto en la que España sea "defendida, no usada".

Como ya hizo en algún otro acto público anterior, recordó que en Madrid se ven tantos carteles del candidato del PP, Mariano Rajoy, como de u número dos por esta circunscripción, Rodrigo Rato. "Ya sabéis que me gusta reconocer las cosas al adversario, y esta vez se han anticipado. Han puesto los carteles del candidato del 2004, que es Rajoy, y al de 2008, que es Rato, y al de 2000, Aznar, nos lo meten todos los días en el telediario regalando a todo el mundo, como siempre".

Con este comentario, el candidato socialista incidió en la idea ya sugerida en días anteriores de que el ambiente en el PP no es el más optimista posible ante la campaa de su cabeza de lista y de que su candidato debe rodearse de figuras de peso en el partido y recurrir a duros ataques al PSOE para hacer frente a la contienda electoral.

En su defensa de las buenas maneras democráticas y su reiterado llamamiento a Rajoy para acudir a un debate "cara a cara" en los medios de comunicación, Rodríguez Zapatero utilizó también esta línea argumental al invitarle a cudir acompañado de Rato para que pueda aconsejarle y no se vea obligado a leer, como hace en los mítines "cundo quiere atacarme".

En todo caso, sea cual sea el próximo cabeza de lista del PP, Rodríguez Zapatero aseguró que será él quien gane las elecciones del 14 de marzo y acudirá como presidente a un debate con el líder de la oposición antes de las que toquen dentro de cuatro años.

Ahora y entonces estará en condiciones de acudir a ese debate, afirmó, porque lo hará para defender sus convicciones y principios de siempre, y "puedo mirar a la cara a la gente y a mi adversario a los ojos" y garantizar "n buen gobierno", otro de los ejes de su actitud que expuso a Rajoy después de que el candidato del PP le acusara de carecer de los principios necesarios para gobernar.

El líder socialista volvió a pedir el voto de todos los ciudadanos que quieren un cambio, especialmente de los jóvenes que acudirán a las urnas por primera vez. A todos ellos les pidió que reflexionen sobre lo que supondrían cuatro años más, doce en total, de manipulación en los medios públicos de comunicación, de vivienda inaccesible,de contratos precarios, abandono de la educación pública, de un Gobierno que lo hace todo "contra alguien".

El 14 de marzo, les dijo, es cambiar esa actitud por un Gobierno limpio, tolerante, dialogante, respetuoso con las reglas de juego democráticas, que no mienta a los ciudadanos, que se someta al control parlamentario, que asuma sus responsabilidades y que derogue la Ley del Suelo aprobada por el PP para frenar la especulación inmobiliaria.

En su visita a Murcia, el líder socialista abordó lapolémica suscitada por el rechazo del PSOE al Plan Hidrológico del Gobierno, y que ya por la mañana había atacado duramente al exponer sus propuestas medioambientales.

Rodríguez Zapatero aseguró que, tras ocho años de gobierno del PP, Murcia tiene "menos agua" y el gran proyecto de infraestructura sólo ha servido para dividir y enfrentar territorios sin que haya llegado a Levante "una gota de agua más", sólo "hectómetros de engaño, de demagogia" y de argumentos contra algunas comunidades autónomas y cntra el PSOE. "Yo haré que Murcia tenga agua sin engaños y sin división", aseguró.