Rodríguez Zapatero estuvo hoy en el pabellón de deportes de "Son Moix" de Palma de Mallorca, con el aforo completo y ante unos 4.000 simptizantes, junto al ex presidente de Baleares y cabeza de lista al Congreso por esta circunscripción, Francesc Antich.

Al exponer las materias en las que es necesario "cambiar el rumbo", señaló el "seguidismo" del Gobierno del PP a la administración de Bush en casi todo, incluido el respaldo a la guerra de Iraq, enos en la celebración de debates, actitud en la que emplazó de nuevo a Rajoy a "imitar" al presidente estadounidense y a su oponente.

Si no es así, advirtió, "tendremos que llegar a la conclusión de que alguno quiere ser presidente sin jugar el partido". Rajoy, denunció, "me increpa, me interpela, pero de lejos, y yo le quiero decir que en democracia, cuando se tienen convicciones, principios, nada que ocultar, y se puede mirar a la cara a la gente, se va a un debate ante todos los españoles".

E los días pasados, Rodríguez Zapatero invitó a Rajoy a un debate acompañado, incluso, de Rodrigo Rato y del propio José María Aznar, para que pudieran, decía, asesorarle al oído. Hoy el líder socialista dio un paso más en esa línea al asegurar que él acudiría a ese "cara a cara" aunque estuviera moderado por el director de informativos de TVE, Alfredo Urdaci. "Puede ser Urdaci, o un periodista, ellos pueden escoger", remachó.

Pese a lanzar reiteradamente ese reto, el líder socialista se mostró convencdo de que Rajoy no lo aceptará "porque no puede mirarme a la cara" mientras se le pregunta por las armas de destrucción masiva de Iraq o por los "hilillos de plastilina" del Prestige.

LOS "ALIADOS"

No puede ir a un debate, concluyó, "porque ha sido un mal gobernante y es aún peor candidato". Desde el Ejecutivo, aseguró, todos sus pasos por ministerios se saldaron con "fracasos": Educación redujo las becas y la inversión, en Administraciones Públicas congeló el sueldo de los funcionarios, y en Interir se alcanzaron las mayores cotas de inseguridad ciudadana, dijo el líder socialista, que unió a todo ello su gestión del "Prestige" y sus "mentiras" sobre la guerra en Iraq.

Los afectados por estas políticas del Gobierno compartidas por Rajoy, dijo en otro momento de su alocución, serán sus "aliados" para intentar gobernar. De esta forma, pese a remitir todas sus respuestas al PP a un debate público, entró al trapo de la acusación de querer llegar a Moncloa a toda costa. El PSOE suscribirá alianzas, ijo, con los estudiantes a los que se recortaron becas, con los funcionarios a los que se congeló el sueldo, con los voluntarios que limpiaron el chapapote, y con "todos los españoles a los que engañó con las armas de destrucción masiva".

Por el contrario, añadió, los aliados de Mariano Rajoy son "los poderosos" a los que pusieron al frente de las empresas privatizadas, y los especuladores que se han beneficiado a costa de las dificultades de las familias para acceder a una vivienda.

"Pero como cndidato es aún peor. Se postula a la Presidencia del Gobierno sin haber peleado por ello, sin haber pasado por una elección democrática como hemos pasado en el PSOE". "Es un candidato enchufado, recomendado. Es el perfecto candidato de la derecha de este país", sentenció.

Quizá por eso, sugirió, en el PP están "nerviosos". "Hoy el Gobierno ha sacado una encuesta que les da no se cuantos puntos por delante", comentó al comienzo de su intervención, en referencia al sondeo del Centro de Investigaciones Sciológicas (CIS). "Las encuestas del Gobierno son como las armas de destrucción masiva. Mentira", remachó.

Rodríguez Zapatero insistió en su estrategia de quitar relevancia a esas encuestas y lanzar el mensaje de que las urnas arrojarán el resultado que deseen los ciudadanos, no el que dicten de antemano los dirigentes del PP y sus amigos "poderosos". El cambio deseado por la mayoría de los electores, reiteró, depende, en gran medida, de que los jóvenes "tomen la palabra y se hagan cargo de quien quieen que gobierne a partir del 14 de marzo".

Todos ellos deben saber, afirmó el líder socialista, que es posible cambiar un Gobierno "opaco, caduco, reaccionario", por uno "transparente, moderno y progresista", que dialogue con la sociedad, que respete todas las voces, "y que diga siempre la verdad, que nunca mienta", como hizo el Ministerio de Defensa, a su juicio, con el accidente del Yalovlev-42 en el que murieron 62 militares españoles y por el que Rajoy debería "ordenar a Federico Trillo que vaya a Parlamento".

Es posible, explicó, aumentar el esfuerzo inversor en gasto social para defender la escuela pública de calidad, una sanidad digna para todos los ciudadanos, mejorar las pensiones más bajas, y garantizar servicios públicos. "Ellos no quieren hacerlo, no saben hacerlo, no creen en ello, pero un gobierno socialista ya lo hizo, y en peores circunstancias económicas", recordó.

Casi al final de su intervención, cuando pidió el voto mayoritario para que se acabe la etapa de crispación, losasistentes al mitin comenzaron a corear "se va a acabar, se va a acabar, el Gobierno de Aznar", y el candidato socialista les respondió desde la tribuna. "Se va a acabar el Gobierno de Aznar, y el de Rajoy ni va a empezar", aseguró.