Caldera recordó en rueda de prensa las palabras de Trillo sobre el islote Perejil, las de García Valdecasas sobre los pactos del PSOE con "asesinos", y las de Varcárcel sobre los "hectolitros de vino al día" que bebe Pasqual Maragall, y concluyó que en España "tenemos la peor derecha de Europa".

Ante estos "gravísimos insultos", alertó Caldera, "no basta con una disculpa. No son actitudes aisladas, no son lapsus, es una forma de comortamiento político".

El responsable último de ese comportamiento, aseguró Caldera, es el candidato del PP, Mariano Rajoy, "que abrió la caja de los truenos al utilizar un comunicado de ETA para atacar al PSOE", y que ahora se niega a convocar la comisión de seguimiento del pacto contra el terrorismo.

Esa negativa obedece, en su opinión, a que el PP "quiere seguir utilizando el terrorismo de modo electoral, que es el comportamiento más repugnante que puede haber en democracia".

Caldera acusódirectamente el PP de intentar "obtener un puñado de votos" utilizando para ello el terrorismo, y advirtió a los dirigentes de este partido de que esos votos estarán "manchados" y serán pocos, gracias a la madurez de los españoles.

El dirigente socialista auguró también que esa misma madurez permitirá a los ciudadanos distinguir a los progresistas de una derecha "cavernícola y retrógrada" que rechaza todo lo que se aproxime a la cultura y al espíritu crítico, y que por ello "se burla de El Quijote" y esprecia su cuarto centenario.

A quienes alertan de que el PSOE dejaría en manos radicales la gestión de la educación pública y de la educación, Caldera respondió que esas materias estarían siempre en manos socialistas y el programa del partido en este campo no se alteriaría "ni un milímetro".

Caldera sentenció que el estilo mostrado en los últimos días por Trillo, Valdecasas y Valcárcel es, en realidad, el de José María Aznar y el de Mariano Rajoy. Algunos socialistas "se fueron a su casa por muho menos, pero en el PP se consideran jueces supremos de los demás", remachó.

"Estos son los que se hartan de pedir dimisiones a los demás y, como torquemadas e inquisidores, exigir a los demás que tengan un determinado comportamiento político, y cuando ellos cometen gravísimos errores, vilezas incalificables, el juez es el ciudadano y nadie debe dimitir".

Esto demuestra, en su opinión, la "necesidad imperiosa" de un cambio de Gobierno. "Votar Rajoy es votar a Trillo, a García Valdecasas o a Valcrcel, es decir, es votar al insulto, a la crispación, la mentira y el enfrentamiento entre españoles, algo que nadie quiere".