Rabadán hizo estas declaraciones en el transcurso de la presentación del Informe de Inverco sobre el ejercicio de 2003, año en el que aumentaron los activos en 41.300 millones de euros, hasta llegar a 287.748 millones etre inversión colectiva y fondos de pensiones, "un récord histórico". Los activos financieros gestionados por Inverco equivalen al 40% del PIB español, apuntó Rabadán.

El presidente de Inverco señaló, en respuesta a una pregunta sobre las ofertas de reformas fiscales del PSOE, que ha criticado que paga muchos más impuestos quien gana 30.000 euros al año con su trabajo que quien gana lo mismo comprando y vendiendo acciones, que "hay unas ideologías que presiden la actuación de los partidos políticos; e segundo lugar, esas ideologías se trasladan a las normas prácticas a través de las leyes, y en este caso a través de las leyes fiscales. Pero luego hay una realidad terca, que es la realidad del día a día, y estamos en un mundo totalmente globalizado en el que todo el mundo puede mover, en nanosegundos, el dinero de un sitio a otro".

"Y por consiguiente, respetando todas las opiniones", añadió, "nos parece que es imposible en la práctica establecer un régimen distinto del que existe en todos los paíss del mundo, que establecen estímulos al ahorro y a la inversión, especialmente a largo plazo, y entre esos estímulos aparece un régimen de incrementos de patrimonio y plusvalías distinto, por no decir más favorable, que el de las rentas normales".

Rabadán recordó que "no hay en derecho comparado elementos de referencia que permitan hacer un planteamiento puramente utópico de lo que debe ser una declaración fiscal en materia de mercado de capitales y de inversión de ahorro a largo plazo. Por tanto, culquier forma de modificar el régimen de incrementos patrimoniales que no tenga en cuenta factores sensibles, como son los movimientos de dinero, pueden llevar a consecuencias graves. Por tanto, nuestra opinión no puede estar a favor".

Por el contrario, Inverco está "a favor del mantenimiento, como en todos los países del mundo, de un sistema parecido al que tenemos en este momento".

Mariano Rabadán subrayó que "no estamos protegiendo los intereses de grandes inversores; estamos hablando de millons de inversores con participaciones medias relativamente modestas, y no tratamos de que nadie se vaya sin tributar".