Rodríguez aseguró, en declaraciones a TVE recogidas por Servimedia, que se están cumpliendo los objetivos de exclusión aérea y de embargo de armas fijados por las dos resoluciones de Naciones Unidas.

El general detalló que gracias a los cuatro aviones de caza F-18 y el boeing 707 de reabastecimiento en vuelo "se está manteniendo la zona de exclusión" y recordó que, al ser una "patrulla aérea de combate" están autorizados a usar la fuerza si fuera necesario.

Añadió que todavía no lo han hecho y que los cazas ya han realizado 26 misiones y 40 salidas, sin ningún incidente, en los más de diez días que llevan de misión.

En cuanto al embargo, avanzó que la fragata "Méndez Núñez", en su semana de participación, ya ha realizado cinco inspecciones a barcos sospechosos y todas han concluido con que las embarcaciones iban sin armas.

El general insistió en que la misión encomendada a los militares se ciñe al cumplimiento de las dos resoluciones de la ONU, por lo que para abrir una intervención en tierra se requiere otra resolución, ya que, aclaró, la misión "claramente es impedir" que las fuerzas aéreas libias ataquen a la población y "abrir espacio para que otras vías actúen".

A este respecto, afirmó que se activó “de manera inmediata” el despliegue militar en Libia para "detener a Gadafi en su avance hacia Bengasi".

Sobre el embargo de armas, dijo que consiste en impedir la entrada de cualquier tipo de armamento, independientemente del destinatario final, tras ser preguntado por el posible suministro de armas a los rebeldes.

El jemad dijo que las misiones en Libia nada tienen que ver con las de Afganistán, Líbano o Somalia, aunque tienen el factor común de estar bajo mandato de Naciones Unidas.

Sobre los plazos de la misión, fijados actualmente en un mes para la zona de exclusión y tres para el embargo, el jemad se limitó a decir que establecer una zona de exclusión es "relativamente rápido", pero hay que “mantenerla", por lo que el mes marcado es un tiempo prorrogable que dependerá de cómo evolucione el conflicto.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa apuntó que el riesgo para los militares está presente como “en todas las misiones”, pero en esta es más limitado debido a la “superioridad tecnológica”.