Así lo manifestó en la Sesión de Control al Gobierno celebrada en la Cámara Baja, al responder a una pregunta que le formuló el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro sobre el “caso Faisán”.

El ministro del Interior señaló que Gil Lázaro ha sumado “la bazofia de ETA” al “arsenal de infamias” que lleva todas las semanas al Pleno del Congreso. Le dijo que el PP nunca cree a la banda terrorista, salvo “cuando aparecen unos documentos de ETA que pueden perjudicar al Gobierno”. “Entonces sí (la cree), entonces el Gobierno debe dar explicaciones”, añadió.

“Usted sabe perfectamente que son documentos llenos de mentiras, llenos de omisiones y de manipulaciones”, dijo Pérez Rubalcaba en referencia a las supuestas actas de ETA.

Recordó que cuando el juez de la Audiencia Nacional que instruye el “caso Faisán” preguntó a responsables de la Policía, la Guardia Civil, la Ertzaintza y la policía francesa si habían recibido instrucciones del Gobierno de parar la lucha antiterrorista, éstos respondieron que no. Pérez Rubalcaba hizo hincapié en que Gil Lázaro nunca menciona este extremo cuando saca el tema en el Pleno de la Cámara Baja.

“Apretad más que nunca. Eso han dicho ante la Audiencia”, dijo Pérez Rubalcaba. Añadió que precisamente por esa orden que él mismo dio se ha evitado “que en esta tregua pasara lo que ocurrió en la de 1998”, cuando gobernaba José María Aznar.

El ministro del Interior afirmó que “ahora las cosas son distintas, porque ETA perdió políticamente y policialmente la tregua por la acción, entre otras cosas, del Gobierno”. “Por eso estamos al final del terrorismo”, dijo.

CONTRA LAS CUERDAS

El diputado del PP Ignacio Gil Lázaro le había dicho previamente en el hemiciclo que “las actas de ETA” ponían al ministro del Interior “contra las cuerdas” y le dijo que “los españoles tienen derecho a saber si el Gobierno les mintió”.

“España no se merece que alguien como usted se atrinchere en la mentira. Aquí no hay más infamia que su silencio, diga la verdad, pida perdón a los españoles y márchese a su casa”, le espetó.