ETA. Rubalcaba dice que su única “instrucción” fue impedir que ETA se rearmase durante la tregua
- Asegura, sobre las actas de los terroristas, que “contra los hechos no valen las palabras de nadie”
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El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró este martes en el Congreso de los Diputados que su única “instrucción” a las Fuerzas de Seguridad durante la tregua de ETA de 2006 fue que se impidiese a la banda terrorista rearmarse. Por su parte, el Partido Popular pidió la dimisión del ministro.
Rubalcaba se refirió a este asunto en la Comisión de Interior de la Cámara Baja, a la que acudió para explicar los datos de criminalidad de 2010. Sin embargo, durante toda la comparecencia sobrevoló la polémica sobre las actas de la banda etarra y el “caso Faisán”, algo a lo que el vicepresidente se refirió hacia el final de su intervención.
A este respecto, el titular de Interior aseguró que “de ninguna manera” se iba a referir en sede parlamentaria a “si ETA dijo” una u otra cosa, en clara referencia a las actas de la organización criminal. Sin embargo, aseguró que sí iba a aludir a lo que hizo el Estado para que la banda criminal no se rearmase.
En este sentido, argumentó que cuando llegó a Interior su “obsesión” era que la banda etarra no se rearmase como en la tregua de 1998, momento que dijo sirvió a la organización terrorista para introducir a cinco comandos y matar después a 42 personas.
“HECHOS Y NO PALABRAS”
Frente a esto, Rubalcaba señaló que, durante la tregua de 2006, su estrategia fue no hacer nada “irreversible” y que la seguridad del Estado estuviese “vigilante” y pensando que los terroristas podían volver a la actividad. ”Esa fue mi instrucción a los cuerpos de seguridad”, remarcó.
Insistió en que durante el alto el fuego de hace cinco años “trabajamos mucho y bien”, de manera que cuando los etarras rompieron la tregua, “nosotros estábamos mejor”. En esta línea, añadió que hacer “bien las cosas” hace que la banda etarra esté en la actual situación de debilidad. “Porque no nos fiamos, hoy estamos como estamos”, remarcó el vicepresidente, quien dijo que está “orgulloso” de esta forma de proceder.
“Esa es la historia”, añadió el ministro, quien apuntó que “contra hechos no valen palabras de nadie”, en referencia a lo que hizo el Ejecutivo en la tregua y a lo que sostiene ETA en sus actas.
Insistió, a este respecto, en que en la tregua de 2006 “el Gobierno hizo lo que tenía que hacer”, lo mismo que, a su juicio, pasó con el PP con la tregua etarra de 1998.
EL PP PIDE LA DIMISIÓN
Rubalcaba realizó estas afirmaciones después de que el diputado del PP Ignacio Cosidó le pidiera la dimisión, ya que un ministro de Interior no puede seguir en el cargo si vulnera el Estado de derecho y “miente”. Por este motivo, sostuvo que “lo más sensato” es que el actual responsable de la seguridad del Estado abandone el cargo.
CiU y PNV aseguraron que no querían entrar en el debate del “caso Faisán”. No obstante, la portavoz de CiU, Mercè Pigem, pidió la unidad contra el terrorismo, ya que las “fisuras” entre los partidos es lo que puede “alegrar” a ETA.
A su vez, Emilio Olabarria, del PNV, señaló que hablar de este asunto puede suponer una “presión indirecta” a los jueces, y Rosa Díez, de UPyD, reclamó a Rubalcaba que defendiese el “honor del Estado”.
Por su parte, el diputado del PSOE Antonio Hernando dijo que las actas de la banda etarra no tienen “ninguna credibilidad”. Este parlamentario rompió una fotocopia que contenía un artículo de prensa sobre lo que dijeron los terroristas sobre la negociación con el Gobierno de Aznar.
(SERVIMEDIA)
29 Mar 2011
NBC/caa