En la sesión de control al Gobierno en el Senado, García-Escudero responsabilizó a Rodríguez Zapatero de haber llevado a España al primer puesto de miseria en Europa, medida por la suma de paro más inflación.

El presidente aseguró que ese índice carece de credibilidad para los organismos internacionales y el mundo académico, y se remitió a la evolución de la renta per cápita medida por Eurostat.

“Cada vez que no le gusta un dato o un estudio, lo descalifica”, le reprochó el portavoz del PP, que juzgó “sonrojantes” los datos que sitúan a España en el liderazgo de la miseria en Europa junto a Lituania, Eslovaquia, Letonia y Grecia, “el corazón de Europa”.

Lo señaló como “un nuevo récord que añadir a su brillante gestión de la crisis”, junto al de liquidez de familias, empresas y autónomos, o a la preocupación de los ciudadanos por la situación económica y el paro.

La única solución que aporta el Gobierno es que los ciudadanos “consuman más”, denunció, mientras el propio Zapatero hace sus deberes “tarde, mal y a remolque” de Europa y de los organismos internacionales.

Su única pretensión es “ganar tiempo”, le dijo, “maniatado” por sus propios errores y rectificaciones y ahora además “agobiado por el calendario” con unas elecciones inminentes que serán “un plebiscito” para el presidente y un “sálvese el que pueda” para sus compañeros de partido.

Le instó por ello a “despejar sus dudas” y a limar incertidumbres en su propio partido si no quiere “acabar con la cosecha de margaritas de este año”, porque la legislatura “no da más de sí” y ya lo mejor es poner “una firma en el BOE, una fecha en el calendario” y convocar elecciones.

“Que Dios le ilumine”, dijo García-Escudero al presidente, que le devolvió el deseo porque además “usted confía más en esas cosas que yo”.

Sus argumentos, le replicó el presidente, tienen tan poca credibilidad como el supuesto índice de miseria esgrimido y que, subrayó, cae “en el ridículo más espantoso” al colocar a la España de 2010 en peor situación que la de 1950 pese a que la renta per cápita se ha multiplicado por diez desde entonces.

Ese índice, prosiguió el presidente, sitúa a Francia y Alemania por detrás de República Checa, El Salvador o Tailandia, y a la China actual peor que a la de 1980 pese a que desde ese momento 500 millones de chinos han salido de la pobreza, según el Banco Mundial.

Son argumentos que nadie se puede creer, aseguró, salvo “para hacer daño a este gobierno” porque además cuando los datos son serios y creíbles nadie duda de ello, como ocurre con la tasa de paro en España, que nadie niega que sea “el principal problema” del país.

Pese a reconocer eso, el presidente subrayó que la evolución de la renta per cápita medida por Eurostat, indica que la de España ha crecido un 13% entre 2003 y 2009, avanzando dos puntos de convergencia respecto a Alemania, seis a Francia, ocho a Italia y nueve a Reino Unido.

Sobre la invitación a “despejar dudas” sobre su futuro, el presidente se limitó a agradecerle los consejos al PSOE, porque, ironizó, “todo el mundo sabe que son bienintencionados”.