Erkoreka explicó que los civiles libios "esperan de nosotros algo tan sencillo como que seamos mínimanente coherentes con las proclamas de democracia y respeto a los derechos humanos".

Los libios, aseguró, "nos preguntan: ¿Nos vais a abandonar ahora?" y "no podemos hacerlo. No podemos permitir que se repita en Libia la tragedia de Bosnia y lamentar, como allí, que fracasamos".

Pero el respaldo del PNV "no es un cheque en blanco" y conllevará una "vigilancia escrupulosa" de la actuación militar que debe guiarse por un "estricto principio de proporcionalidad para preservar la razón y legitimidad de la misión".

En ese sentido, Erkoreka insistió en que cumplir el mandato de la ONU "no pasa por exterminar a los libios favorables al dictador", ni autoriza a intentar influir sobre la orientación de los futuros gobernantes de ese país.

"El peligro de incurrir en excesos es enorme" y, por ello, el portavoz del PNV insistió en conjurar el peligro que supone que "por huir de lo que ocurrió en Bosnia, caigamos en los excesos de Iraq".