Tras reunirse con trabajadores del Hospital Gregorio Marañón para comprobar los problemas con los que se enfrenta la comunidad sanitaria en un centro como éste, con más de 8.000 trabajadores en plantilla, dijo que "nuestro compromiso es, en doce meses, buscar la estabilidad a todo el sistema sanitario en Madrid", ha afirmado, con el objetivo de crear el "caldo de cultivo adecuado para el mejor y mayor desarrollo profesional de todos los médicos".

Habló de la "apuesta inequívoca" de los socialistas madrileños por los servicios públicos de calidad y dijo que “lo público es algo esencial y estructural a su apuesta, que es el Estado del Bienestar. “En lo público está lo mejor”.

Defendió la necesidad de “democratizar y aplicar el manual del buen gobierno a la sanidad pública, de manera que se despolitice la sanidad madrileña" y señaló la necesidad de "contar con los profesionales" en la toma de decisiones y devolverles la confianza en el sistema”.

"Está mejor distribuida la inteligencia en la sociedad madrileña que el poder", indicó Gómez, quien aseguró que acabará con los "nombramientos a dedo" de cargos administrativos y clínicos, que han llevado a la "desmotivación de los profesionales y a la desvertebración del propio sistema".

Entre sus propuestas, citó "establecer una red hospitalaria integrada y coordinada", es decir, una red interhospitalaria de servicios de alta especialización y de los servicios de estancia media y estancia larga para dar un mejor servicio a la ciudadanía.