En este contexto, tras recordar que en invierno se producen más del 30% de siniestros viales, el RACE emplazó a los conductores a ponerse al volante “sólo en los casos estrictamente necesarios” y, en caso de que “no quede más remedio”, a anticiparse a cualquier contratiempo que pueda ocurrir en el trayecto, según precisó en un comunicado.

A este respecto, el director de Seguridad Vial del RACE, Antonio Lucas, subrayó la importancia de comprobar que el vehículo está “en perfecto estado, sobre todo después de un periodo en el que no se ha movido”.

Junto a ello, juzgó “fundamental” chequear y comprobar los neumáticos, incluyendo la rueda de repuesto, así como los limpiaparabrisas, los líquidos del vehículo y los elementos de seguridad como la amortiguación o la dirección, llevar el depósito lleno así como cadenas o neumáticos de invierno.

Una vez en carretera, recomendó conducir “con mucha suavidad”, así como prever las circunstancias de la vía, extremar la precaución, aumentar la distancia de seguridad, usar marchas largas y, sobre todo, “anticiparse a los posibles peligros".