Según informa este sábado la policía autonómica vasca, un vecino alertó a la Ertzaintza indicando que tenía retenidas a dos personas en el interior de su empresa por haberle estafado cinco mil seiscientos cincuenta euros.

La víctima explicó a los agentes que los individuos habían contactado con él por su interés en la compra de dos vehículos que había puesto a la venta y que para ultimar detalles quedaron a principios del mes de marzo en la empresa del estafado donde aparecieron tres personas, una de las cuales se presentó como diplomático de un país africano interesado en la compra de varios vehículos.

Los estafadores le indicaron que disponían de importantes sumas de dinero que sacaban de forma clandestina de su país de origen en forma de papel tintado para evitar ser detectado en las aduanas de los aeropuertos. Para ello hicieron una demostración “in situ” con un billete de cincuenta euros que la propia víctima les proporcionó y transcurridos unos minutos se produjo la supuesta transformación del billete tintado en billete de curso legal.

Tras esta demostración quedaron para otro día y acordaron realizar la transformación de cinco mil euros. A la cita acudieron dos de los individuos, los cuales se dispusieron a realizar el proceso. Para ello sacaron los billetes negros y pidieron a la víctima que les trajera agua templada.

Nada más desaparecer el empresario, ellos aprovecharon para dar el cambiazo y empaquetar los supuestos billetes para llevar a cabo la transformación. Tras unos minutos simularon que algo había salido mal y consideraron oportuno que debían de comprar nuevos reactivos químicos para hacer de nuevo la operación. El paquete lo dejaron bajo llave en una caja fuerte y quedaron en volver a verse una vez adquirieran nuevos líquidos en Francia.

La víctima les dio seiscientos cincuenta euros más para comprar esos productos y quedó a la espera. Transcurridos unos días, y en vista de que los individuos no aparecían comenzó a sospechar de que había sido víctima de una estafa. Por propia iniciativa fue a la zona donde dos de los individuos se habían encontrado por primera vez con él y, tras establecer contacto con ellos, decidió tenderles una trampa ofreciéndoles diez mil euros para efectuar nuevamente el proceso y recuperar el dinero anterior.

Una vez que los individuos aparecieron por su oficina les encerró y avisó a la Ertzaintza que, tras tener conocimiento de lo sucedido procedió a la detención de ambos por su presunta participación en un delito de estafa.