En su balance del primer año de la legislatura y del cierre de un 2020 marcado por la pandemia, Sánchez ensalzó que este año ha “realizado innumerables llamamientos a la unidad para enfrentar la calamidad de la pandemia". "Una unidad que ha sido menos completa, tengo que reconocerlo, de lo que hubiéramos querido desde el Ejecutivo”, resaltó.

Tras poner en valor la “unidad” manifestada como “reacción espontánea de los ciudadanos” de los aplausos a las 20 horas en homenaje a los sanitarios y trabajadores esenciales, Sánchez también ensalzó la “actuación coordinada de las administraciones, del Gobierno de la Nación, de las administraciones territoriales, de las administraciones locales”.

“También hubo unidad entre los agentes sociales”, remarcó, del mismo modo que “unidad encontramos también en la respuesta europea a esta crisis” con un “un grado de unidad que jamás se había alcanzado en la Unión Europea”.

Si bien, “desgraciadamente, esa unidad no se ha extendido a la totalidad del espacio político, a la totalidad del ámbito parlamentario y esa unidad”, lamentó el jefe del Ejecutivo responsabilizando a la oposición de la situación.

“Desde el Gobierno tratamos de impulsar y que se plasmó en los hogares, en los barrios, en las empresas, en las instituciones, en los agentes sociales, incluso en Europa, resultó imposible en su totalidad entre los partidos políticos”, ahondó Sánchez.

Pese a la crítica, el presidente tendió la mano a la oposición para que “si el año 2020 ha sido el año de una gran calamidad, de una gran pandemia, y de una gran resistencia” el “2021 puede ser, debe ser, el año de una gran recuperación y para eso necesitamos una gran confianza”.

Así las cosas, animó abogó por esa “gran confianza en nosotros mismos como país” y en la capacidad y fuerza para “reponernos de un golpe tan duro como el que hemos recibido en este año” y que ha colocado a España en un “punto crucial”.