Lo hizo al final de su intervención en la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso, para informar de los últimos consejos europeos y de la situación actual de la epidemia de coronavirus. En ella, llamó a no cargar la responsabilidad en la ciudadanía, porque lo es de lo apolíticos, y comparó el empeño en salvar la Navidad con el de salvar el verano, y luego en septiembre “llegaron las consecuencias”. Ahora, alertó, “parecemos dirigidos a repetir los mismos errores” y recriminó que los poderes están invitando a los ciudadanos a hacerlo.

Aizpurua presentó la vacunación como una “obligación social” y no sólo un acto de libertad individual, y pidió a Sánchez que sea solidario en la vacunación, no sólo con todos los territorios de España, sino con otros países. También rechazó criminalizar a los jóvenes con campañas publicitarias que les pintan como irresponsables y “casi como unos asesinos”, pues en todas las edades hay responsables e irresponsables.

La portavoz de EH Bildu criticó igualmente la “deriva antidemocrática” que a su juicio se está dando, con la presencia de la ultraderecha “dentro y fuera de los parlamentos” y un Tribunal Constitucional que ha rechazado que el ultraje a la bandera sea libertad de expresión. Finalmente, pidió un modelo económico más exigente con las grandes empresas y más equitativa con los ciudadanos.

Respecto a los fondos europeos, se opuso a que los gestionen los grandes empresarios y les exigió contribuir a la transición a la economía verde, la digitalización y hacia unas condiciones laborales más justas. También pidió a Sánchez que deje a los territorios decidir en qué los invierten y “no se aferre al control absoluto de esos fondos”, y alertó del peligro de que la UE exija reformas a cambio de esos fondos, con el Ministerio de Economía supuestamente “muy gustoso”. En este sentido, anunció que EH Bildu no aceptará recortes en derechos o en temas como las pensiones, y rogó al presidente que “haga reflexionar” al departamento que lidera Nadia Calviño.

Finalmente, recordó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anuló el juicio a Otegi, por injusto, y apuntó que él y sus compañeros cumplieron íntegramente condena por “emprender el camino que nos llevaría a la paz” y “ahora quieren volver a condenarlos”. En esa línea, sugirió que la juzgada debería ser la magistrada Ángela Murillo.

Aizpurua interpretó esa “vuelta de tuerca” judicial como un intento de alejar a su formación de su “apuesta estratégica” por parte de las “fuerzas reaccionarias agazapadas en los poderes del Estado”, pero advirtió de que no renunciará a su lucha por la justicia social, porque vino a “sacarles de la ecuación política” y sabe que, con dicha apuesta, “cada vez somos más decisivos”, mal que les pese a esas fuerzas reaccionarias. “Por cada ataque daremos diez pasos más. Desistan, porque ni pudieron ni podrán”, sentenció.