Banco de España

El Banco de España calcula que cerca de un 20% de empresas podrían llegar a ser insolventes este año, de las que la mitad serían inviables

- En el peor escenario considerado por el organismo

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España calcula que, en el peor escenario considerado, en el que el impacto de la crisis se extienda en el largo plazo, cerca del 20% de las empresas podrían ser insolventes, y de éstas, alrededor de la mitad serían inviables.

Así lo reflejan los datos del organismo publicados este martes sobre los resultados de las empresas no financieras y el impacto de la Covid-19 hasta el tercer trimestre de 2020 basados en la información de la Central de Balances Trimestral (CBT).

El Banco de España proyecta un escenario en el que el impacto de la crisis derivada de la pandemia es temporal y en el que aproximadamente un 15% de las empresas serían insolventes, lo que supone un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto a 2019. De estas empresas insolventes, algo más del 8% serían viables y el resto, inviables.

En el escenario en el que los efectos de la crisis persisten en el largo plazo, el porcentaje de empresas insolventes se eleva hasta acercarse al 20%, lo que representa algo más de ocho puntos por encima del registro de 2019. De estas empresas insolventes, aproximadamente la mitad serían inviables y la otra mitad, viables.

Por sectores, el Banco de España calcula que en hostelería, restauración y ocio podría haber hasta un 30% de empresas insolventes en el peor escenario, y un 20% en el mejor; el sector de vehículos de motor registraría un porcentaje de compañías en situación de insolvencia entre algo más del 20% y por encima del 30%, dependiendo del escenario, y en el comercio la insolvencia oscila entre algo mas del 20% y el 25% de sus empresas este año.

RESULTADOS

En cuanto a los resultados de las sociedades no financieras entre enero y septiembre de 2020, estas compañías registraron una “brusca contracción” de su resultado ordinario neto del 71,2% respecto a 2019 debido a la contracción de la actividad y su impacto en las cuentas.

Los ingresos financieros cayeron un 33,3% como consecuencia tanto de los menores dividendos recibidos (cayeron un 37,1%) como de los intereses cobrados, que se redujeron un 20,1%. Los gastos financieros siguieron disminuyendo, un 8,1%, debido, sobre todo, a los menores costes medios de financiación soportados por las empresas.

El resultado neto final entre enero y septiembre de 2020 presenta un valor negativo, lo que no sucedía en la Central de Balances Trimestral desde 2002 por los gastos e ingresos “atípicos” y los pagos por el impuesto de Sociedades. Medido en porcentaje sobre el Valor Añadido Bruto (VAB), el resultado final neto se situó en un -16,1%, frente al 19,4% registrado en el mismo período del ejercicio precedente.

Esta evolución adversa habría sido más acusada entre las pymes, y sobre todo, en aquellas que desarrollan su actividad en los sectores más afectados por la crisis.

Durante los tres primeros trimestres del año, el VAB se redujo, en términos interanuales, un 22,5%, evolución que contrasta con el aumento del 0,7% registrado un año antes.

El retroceso en la rama industrial fue especialmente intenso, de un 33,6%. Dentro de otra rama de actividad, el sector de transporte registró un descenso del 48,1% y en el comercio y la hostelería fue del 18,1%, al verse muy afectado por las medidas de confinamiento. Las ramas en las que se produjo una contracción relativamente más moderada fueron la de energía (6,8%) y la de información y comunicaciones (13,8%).

EMPLEO

En lo que respecta al empleo, en los tres primeros trimestres se registró una disminución media del empleo efectivo del 5,9%, sin tener en cuenta a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Esta caída es “más moderada” que la contracción de los afiliados efectivos (descontando a los afectados por ERTE) de la Seguridad Social (8,5%), lo que se explica por el hecho de que la muestra de la CBT está formada fundamentalmente por empresas de gran dimensión que, en general, habrían destruido menos empleo que las pymes.

La caída del empleo se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 19,5%, mientras que el personal fijo también se redujo un 3%. El porcentaje de empresas que destruyeron empleo se elevó en 14 puntos porcentuales en comparación con un año antes, y se situó en un 50,6%.

Los gastos de personal cayeron un 4,9%, evolución que se explica tanto por la desaceleración de las remuneraciones como, especialmente, por el descenso de las plantillas medias efectivas.

Las remuneraciones medias presentaron un incremento moderado, del 1,1% entre enero y septiembre de 2020, frente al 2,2% de un año antes.

(SERVIMEDIA)
01 Dic 2020
MMR/clc