Así lo defiende en el documento '¿Qué puede ofrecer la farmacia comunitaria en relación a la infección por VIH?', publicado coincidiendo con la conmemoración, este martes, del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, y en el que subraya que las farmacias comunitarias ayudan a dar respuesta al reto de la cronicidad y las comorbilidades asociadas al VIH a través de los servicios Adherencia Terapéutica y Seguimiento Farmacoterapéutico.

El documento expone las principales acciones que los farmacéuticos comunitarios llevan a cabo en este ámbito y que incluyen un servicio de indicación farmacéutica, identificación de signos o síntomas de alarma en personas con VIH, detección de enfermedades de transmisión sexual ocultas o no diagnosticadas, medidas de minimización del riesgo de transmisión, diagnóstico precoz, dispensación de productos sanitarios para el autodiagnóstico e intervenciones de educación sanitaria y promoción de la salud.

Además, el texto recuerda que estos pacientes presentan en muchas ocasiones comorbilidades, por lo que sus autores juzgan “fundamental” el seguimiento que se realiza desde la farmacia comunitaria para contribuir a la seguridad de los tratamientos y evitar errores asociados a la medicación.

A lo largo de 2019, un total de 275 farmacias de Asturias, Castilla y León, Cantabria, Cataluña, Islas Baleares, País Vasco y Ceuta realizaron 6.802 pruebas rápidas de detección del VIH, que se suman a la dispensación de test de autodiagnóstico que ofrece la red de farmacias desde hace tres años.

Según el presidente de este consejo profesional, Jesús Aguilar, la “cercanía y accesibilidad” de las farmacias comunitarias favorecen las labores de prevención que llevan a cabo en este área y los servicios que ofrecen en relación a la detección precoz y seguimiento contribuyen a minimizar el impacto, normalizar la situación de estos pacientes y mejorar su calidad de vida.