En una entrevista en Canal Sur recogida por Servimedia, Campo relativizó su convencimiento de que el CGPJ se renovará antes del 6 de diciembre. “Es una fecha simbólica, necesitamos frontispicios de actuación”, matizó, para más tarde declararse en contra de “poner fechas límite que puedan sonar casi a amenaza”.

El ministro prefirió quedarse en recordar que “es una obligación constitucional que los órganos constitucionales se renueven” y en hacer “una llamada al PP” y a su “sentido de responsabilidad” como “partido de Estado”, porque “no podemos decir que somos constitucionalistas a tiempo parcial”.

En esa línea, se declaró “seguro de que más temprano que tarde el Partido Popular se avendrá” a renovar el CGPJ, porque “el cumplimiento de la ley es algo que debe unir a todos” por encima de la confrontación política, e incluso se remitió al discurso del presidente del PP, Pablo Casado, en la moción de censura, en el que “buscó una posición de centro, de Estado”, y del que dijo que espera que “se traduzca en hechos”, porque desde su punto de vista los populares “son conscientes de que la renovación es la única opción posible”.

En su opinión, el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos no puede ser óbice a la renovación. “No podemos mezclar las cosas”, exhortó, describiendo la renovación como “una salida constitucional que se impone” y rechazando “asociar esto a que unos grupos parlamentarios aprueben unos Presupuestos”. Es más, en la línea ya expresada por otros miembros del Gobierno, dijo que él no puede “entender que el PP no apoye esos Presupuestos que van a permitir recoger unos fondos nunca vistos de Europa”.

Aunque en principio Campo recordó que una mayoría de tres quintos como la exigida para renovar el CGPJ requiere de la participación del PP, cuando se le preguntó por la proposición de ley de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que registraron el PSOE y Unidas Podemos para dejarla en mayoría absoluta, no renunció a ella.

“Hay aparcada de momento, como dijo el presidente del Gobierno, una proposición de ley de dos grupos parlamentarios para poner en marcha el reloj de la democracia. Las democracias no pueden pararse, tienen que seguir funcionando día a día”, argumentó.