Así lo puso de relieve el organismo en una presentación sobre la situación, perspectivas y retos de la economía española ante la crisis del Covid a cargo del director general de Economía y Estadística del organismo, Óscar Arce, en el foro económico de ‘El Norte de Castilla’.

Según el Banco de España, la "ideoneidad" de los ERTE "se puede ver reducida conforme la crisis se alarga y se requieren reestructuraciones” sectoriales o empresariales.

En estas circunstancias, “es crucial evitar la descapitalización de los trabajadores suspendidos” permitiéndoles que accedan a formación o puedan compaginar la prestación por desempleo asociada al ERTE con la realización de un trabajo a tiempo parcial, como recoge la última prórroga de los ERTE.

Según el análisis del Banco de España, la afiliación efectiva a la Seguridad Social, una vez descontados los trabajadores en ERTE, llegó a ser en mayo un 20% inferior a la de un año antes y el pasado mes de octubre se situó en un 5% inferior.

Entre los retos citados por el organismo se encuentra la “marcada dualidad contractual” entre indefinidos y temporales que “aumenta la desigualdad en periodos de crisis”, reduce los incentivos a la formación en los contratos temporales y “no favorece el incremento de productividad de los permanentes” e incide “negativamente” en decisiones de emancipación y natalidad.

El Banco de España propuso revisar los mecanismos de protección al empleo para “alcanzar un reparto más equitativo de la protección entre trabajadores” y favorecer los instrumentos de flexibilidad interna de las empresas como una alternativa de ajuste laboral.

El organismo también abogó por revisar las regulaciones estatales relativas al tamaño empresarial que pueden estar desincentivando el crecimiento de las empresas y mejorar la capacitación empresarial.