Así lo indicó este jueves en el Senado el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, quien compareció en la Comisión de Interior para dar cuenta de los planes de su departamento para esta legislatura.

Entre las medidas anunciadas, Pérez se refirió a que Interior espera poner en marcha antes de finales de este año “una base de datos común de simbología radical en la Policía Nacional y La Guardia Civil, que facilitará la identificación de símbolos relacionados con grupos radicales o de odio”.

La creación de esta base de base de datos se conoce después de los incidentes registrados el pasado fin de semana en distintas ciudades, en que grupos violentos protagonizaron disturbios y alunizajes coincidiendo con la aplicación de nuevas restricciones para combatir la segunda ola del Covid-19.

AGENTES CONTRA EL ODIO

También para combatir el extremismo, Pérez anunció que dentro de la Comisaría General de Información y de la Jefatura de Información y en todas las unidades periféricas se crearán “grupos específicos de lucha contra los delitos de odio”. Las unidades que tengan menos efectivos deberán contar al menos con un agente dedicado a estas cuestiones.

Asimismo, Interior obligará a que estas unidades policiales contra los delitos de odio tengan “planes de acción contra delitos de odio, “así como la lucha integral contra radicalismos violentos que no tengan un carácter de terroristas”.

Pérez indicó que estas actuaciones se explican por el “compromiso” de la Secretaría de Estado de Seguridad “para erradicar los obstáculos que sufren las personas más vulnerables” y son víctimas de delitos de odio.