Educación
Siete de cada diez alumnos de religión afirma que la asignatura ayuda a conocer otras culturas y ser más tolerantes
-Los profesores de religión son mejor valorados que los de otras materias, especialmente en centros públicos, según un estudio de la Fundación SM
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Más del 70% de los alumnos matriculados en la asignatura de religión en España afirman que la asignatura ayuda a conocer otras culturas y a ser mejores personas y más tolerantes, en línea con el reciente Informe PISA de la OCDE de competencias globales, pues la clase es "un bien común".
Es una de las conclusiones del Informe 2020 'Panorama de la Religión en la escuela', presentado este miércoles por la Fundación SM, que también muestra que en los centros públicos, la mitad del alumnado de la materia comparte habitualmente su clase con estudiantes de otras religiones y sin problema alguno. Además, una amplia mayoría de los antiguos alumnos de religión volverían a elegir la asignatura, la recomiendan a las actuales generaciones y la pedirían para sus hijos.
Según el director del estudio, Carlos Esteban, la clase de religión, vista desde sus protagonistas, “no tiene problemas reales en su funcionamiento” y obtiene “una satisfacción generalizada” entre profesores, familias y alumnado, que, de media, califican la materia con un notable y “en algunos aspectos de sobresaliente”. “La clase de religión, vista de cerca, no es problemática”, agregó, apuntando a que son otros sectores sociales la que se oponen a ella.
Para Esteban, el estudio lleva a que “ya no son sostenibles algunos estereotipos que perviven en el imaginario social sobre la clase de religión”, como que adoctrine, manipule a los alumnos, pertenezca al ámbito privado o sea un privilegio de la Iglesia. “Si queremos explicar la problematicidad de la clase que apuntan algunos tendremos que buscar fuera de la comunidad educativa, fuera de sus protagonistas”, recalcó.
Para el investigador, esto tiene una oportunidad ante el trámite de la nueva ley de educación, pues “cada vez que hay una reforma legislativa, la clase de religión se presenta como un problema, un elemento de conflicto y de polémica”, lamentó. “Con los datos en la mano, hay una oportunidad que es que se puede pensar en la clase de Religión sin los estereotipos que nos han planteado hasta ahora”.
En este contexto, Esteban aplaudió la reciente propuesta que ha hecho la Conferencia Episcopal para que la Religión se encuadre en el currículo de la futura ‘Ley Celaá’ dentro de un gran área de valores morales, como “una propuesta de diálogo y encuentro” con el Gobierno. “Esperemos esa reciprocidad en este diálogo”, aseveró, argumentando que la propuesta de los obispos mira al horizonte internacional en cuestiones como la Agenda 2030 de los Objetivos Desarrollo Sostenible.
NECESARIA PARA LOS ALUMNOS
Más de la mitad de los alumnos valora la clase de religión como necesaria para su educación, aunque un 30% opina lo contrario. Además, dos de cada tres alumnos consideran que gracias a las clases de religión conocen otras religiones. La mitad valora que les ha ayudado a conocer la Iglesia y a dos terceras partes de los alumnos, la clase de Religión les ha ayudado a creer en Jesucristo.
En cuanto a otros temas que aborda la enseñanza de la religión, 85% de los estudiantes se muestra preocupado o muy preocupado por la justicia y la solidaridad y tres cuartas partes muestra interés por la ecología y protección de la naturaleza.
En centros públicos llama la atención que la mitad de los alumnos de religión valora mejor a sus profesores de Religión que al resto de docentes de otras 11 asignaturas. Esta valoración es mayor que en los centros concertados. Respecto del estudio de 2010, esta percepción del profesorado de religión, que ya era positiva, ha mejorado notablemente.
PROFESORES
Los profesores de Religión Católica son casi 14.000 profesores en centros públicos (en torno a 275 son de Religión Evangélica y alrededor de 75 lo son de Religión Islámica); en los centros religiosos se estima que hay en torno a 60.000 profesores de religión. La inmensa mayoría no son ni sacerdotes ni religiosos.
En cuanto al alumnado, los datos del Ministerio de Educación indican que más del 64,5% cursa la asignatura de Religión, teniendo en cuenta todos los niveles y centros educativos; los últimos datos de la Conferencia Episcopal sitúan ese porcentaje en el 63%, por lo que casi cuatro millones de alumnos cursan enseñanza de las religiones.
En cuanto a la opinión de los profesores, el estudio refleja que el 86% aprecia que la asignatura de religión ayuda a comprender las culturas; el 85% estima que contribuye educativamente a construir la diversidad social y religiosa en las sociedades actuales; y el 83% opina que la formación religiosa es constitutiva del pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos.
Además, el 84% de los docentes considera que la materia facilita una educación de la interioridad que contribuye a la autonomía personal y la responsabilidad social; y el 84% del profesorado valora que la enseñanza de la religión contribuye a la formación ética y la ciudadanía global.
ESTEREOTIPOS
Los profesores rechazan los estereotipos más habituales sobre la asignatura de Religión. Solo un 7% estaría de acuerdo con la opinión de que la clase de Religión Católica sea un privilegio de la Iglesia más propio de tiempos pasados que de una sociedad democrática; pero el 72% rechaza abiertamente esta opinión.
Sólo un 5% del profesorado admitiría que la clase de Religión sea un adoctrinamiento o manipulación del alumnado, frente al 78% que lo rechaza abiertamente.
FAMILIAS
Asimismo, el 99,3% de las familias que eligen la asignatura para sus hijos confirma que la primera responsabilidad en la educación de los hijos es de ellos como padres y madres descartando que sea del Estado o la escuela. Una conclusión clara es que, para tres de cada cuatro familias, la asignatura de religión es necesaria en la educación de sus hijos.
Para el estudio se han recabado unas 18.000 respuestas: 3.476 de profesores de Religión; 7.670 respuestas del alumnado de la materia (78% de centros concertados y un 21% de centros públicos); 1.312 de antiguos alumnos de Religión y 5.797 respuestas de familias que matriculan a sus hijos en la materia (la mitad reconoce poco o ninguna práctica religiosa habitual). Además se ha consultado a profesores de religión en formación.
(SERVIMEDIA)
04 Nov 2020
AHP/gja