En una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, José Manuel Franco dijo estar “preocupado” por los disturbios, pero llamó a la “sensatez y la templanza”, y conminó a los partidos políticos a “no radicalizar más, a no encrespar los ánimos en la sociedad madrileña y española”.

Destacó que las medidas contra la pandemia “no son capricho de ningún gobierno, sino necesarias” para salvaguardar la salud y la vida de los ciudadanos”.

Franco quiso dejar claro que la libertad de expresión, de reunión y de manifestación están plenamente garantizadas en la Constitución, como se ha podido ver recientemente en las distintas protestas protagonizadas por los hosteleros y los profesionales del transporte por carretera, quienes se han movilizado “desde la legalidad” para mostrar su legítima oposición a las medidas contra la pandemia.

Esto le sirvió para aseverar que quienes se han amparado en el rechazo a las referidas medidas para practicar la violencia “hacen un uso espurio de la libertad” y les trasladó que, “por respeto a sus familiares, a los enfermos y al personal sanitario, no deberían hacer lo que están haciendo”.

El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid explicó que “esta gente” se organiza en las redes sociales y puso como ejemplo lo ocurrido en Madrid la noche del sábado, cuando la Policía Nacional descubrió mensajes que llamaban a movilizarse en la Puerta del Sol, algo que no sucedió gracias a la “excelente coordinación” con la Consejería de Transportes del Gobierno regional, que decidió cerrar las estaciones de Metro de Sol.

Conscientes de estos obstáculos, “esta gente se dispersó espontáneamente por las zonas aledañas”, fundamentalmente la Plaza de España, cuya situación de obras les permitió manejarse de manera “impresentable” contra la Policía, a cuyos agentes lanzaron piedras, mobiliario urbano y “todo tipo de armas”, incluyendo “cócteles molotov y explosivos”.

Tras elogiar el comportamiento “ejemplar” de la Policía, Franco señaló que estos elementos violentos “no merecen ningún respeto” e instó a no catalogarlos como de extrema izquierda ni de extrema derecha, sino a tratarlos como “enemigos de la libertad” y “antipatriotas”.

Por último, manifestó que “la mejor manera de servir a España” es cumplir con la Constitución, actuar con civismo y arrimar el hombro. “Ya está bien de algaradas y saqueos. No es la mejor imagen para España ni para todos”, remachó.