El presupuesto recoge que dentro de las aportaciones del Estado destaca, “por su novedad y cuantía”, tres transferencias del Estado a la Seguridad Social “en cumplimiento de la recomendación primera del Pacto de Toledo de 2020” por un importe de 13.929 millones de euros para “garantizar la sostenibilidad del Sistema a medio y largo plazo”.

Esa cuantía está compuesta por la financiación de la prestación contributiva de nacimiento y cuidado de menor a la que se destinan 2.785 millones de euros, a las reducciones en la cotización a la Seguridad Social por importe de 1.779 millones y, la última, para financiar otros conceptos por importe de 9.365 millones.

También cabe destacar, por su cuantía, la transferencia destinada a la cobertura de los complementos para pensiones mínimas con una dotación para 2021 de 7.075 millones.

Por su parte, la aportación del Estado para financiar las pensiones no contributivas de la Seguridad Social cuenta con un crédito de 2.751 millones (incluido País Vasco y Navarra). Este crédito permitirá atender el coste derivado de la variación del colectivo y del incremento de estas pensiones en un 1,8%.

El Estado transfiere a la Seguridad Social en 2021 para financiar las prestaciones no contributivas de protección a la familia un volumen de 1.414 millones, lo que supone una reducción con respecto al ejercicio anterior por haber quedado incluidos dentro del campo de aplicación del Ingreso Mínimo Vital las familias con hijos menores de 18 años sin discapacidad a cargo de los beneficiarios.

Además, el Estado aporta 2.353 millones a la atención a la dependencia, de los que 1.746 millones corresponden a la financiación del mínimo garantizado por el Estado, 218 millones a la financiación por el Estado de las cuotas sociales de cuidadores de personas en situación de dependencia y 283 millones para el nivel convenido. Asimismo, se dotan 106 millones de euros para otros gastos en materia de dependencia.

Del mismo modo, el Estado transferirá para financiar el nuevo Ingreso Mínimo Vital 3.017 millones y un montante de 13.830 millones como préstamo a la Seguridad Social para equilibrar sus cuentas.

INGRESOS POR COTIZACIONES

El presupuesto de ingresos no financieros de la Seguridad Social para 2021 asciende a 157.562 millones de euros, con un crecimiento del 13,6% respecto al presupuesto de 2020.

La principal fuente de financiación seguirá siendo las cotizaciones sociales, con un volumen de 125.144 millones, con un crecimiento sobre el ejercicio anterior de un 3,8%, “lo que permite financiar un 72,6% del Presupuesto total”.

Según explica el Ejecutivo en el proyecto, este crecimiento viene influido por la recuperación del PIB esperada para el año 2021, en contraste con la disminución experimentada en 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria, “que responde principalmente a las exoneraciones de cuotas en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos”.

Dentro de los ingresos por cotizaciones, los de empresas y trabajadores ocupados supondrán 116.300 millones, un 6,5% más respecto a lo presupuestado para 2020, recogiendo “las previsiones de recuperación de la economía y del empleo”.

Las cotizaciones de desempleados y bonificaciones sociales que aporta el Servicio Público de Empleo Estatal ascienden a 8.548 millones, lo que supone una bajada del 18% con respecto al ejercicio anterior como consecuencia del “elevado volumen” de prestaciones reconocidas durante 2020 con ocasión de la crisis sanitaria y del incremento en el empleo previsto en 2021.

Las cotizaciones de Mutuas por beneficiarios de cese de actividad e incapacidad temporal se cuantifican en 297 millones, lo que supone un descenso con respecto a 2020 por idénticas razones que las expuestas para las cotizaciones de desempleados.

Tras las cotizaciones, las aportaciones del Estado constituyen el concepto de mayor peso relativo en la financiación del presupuesto no financiero de la Seguridad, con los 31.177 millones de euros indicados anteriormente.

SUBIDA DE LOS GASTOS UN 4%

En cuanto a los gastos, para 2021 alcanza la cifra de 171.856 millones de euros, que representa un crecimiento del 4% sobre el ejercicio anterior y que en su mayor parte se destinan a transferencias corrientes, es decir, al pago de las pensiones de carácter contributivo y no contributivo, la incapacidad temporal, las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, el riesgo durante el embarazo, la protección familiar, el cese de actividad de los trabajadores autónomos, el Ingreso Mínimo Vital y otras prestaciones económicas.

Las pensiones contributivas tienen consignado un crédito para el próximo año de 143.046 millones, un 3% por ciento más que en 2020, “estimado en función del incremento del colectivo de pensionistas, de la variación de la pensión media y de una revalorización de un 0,9%”.

El Ejecutivo destaca en el proyecto que “se mantiene el poder adquisitivo de las pensiones en el año 2021” y se compensará a los pensionistas “antes del 1 de abril de 2022 y en un único pago” con una cantidad equivalente a la diferencia entre la pensión percibida en 2021 y la que hubiere correspondido de haber aplicado al importe de la pensión vigente a 31 de diciembre de 2020 un incremento porcentual igual al valor medio de los incrementos porcentuales interanuales del IPC de los meses de diciembre de 2020 a noviembre de 2021.

Dentro de las pensiones contributivas, las más importantes cuantitativamente son las de jubilación, que ascienden a 102.297 millones y suponen un 71,5% del total de las pensiones; seguidas de las pensiones de viudedad, con una dotación de 24.614 millones, y las pensiones de incapacidad, con 13.734 millones.

Finalmente, las pensiones de orfandad y en favor de familiares alcanzan la cifra de 2.401 millones, lo que representa el 1,7% del conjunto de las pensiones contributivas.

En cuanto a las pensiones no contributivas, figuran en el Presupuesto del Imserso un crédito de 2.568 millones (excluido País Vasco y Navarra) que permitirá atender el coste derivado de la variación del colectivo y de la política de mejora de las pensiones no contributivas, con un incremento del 1,8%, que afectará a aproximadamente 450.000 beneficiarios.

El crédito destinado al pago de los subsidios integrados en la incapacidad temporal se eleva a 9.986 millones, con un crecimiento de del 0,35%.

A las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, riesgo durante el embarazo y la lactancia natural, cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave y corresponsabilidad en el cuidado del lactante, se destinan 3.240 millones con un incremento para el año 2021 de un 9,5%, como consecuencia de la evolución de los beneficiarios y fundamentalmente por la equiparación de los permisos de los dos progenitores que el próximo año se equiparán, elevando en cuatro semanas la duración del subsidio del otro progenitor.

Las prestaciones por cese de actividad de los autónomos se han dotado con un crédito por importe de 713 millones, lo que supone una disminución del 44,4% con respecto al ejercicio anterior como consecuencia del elevado volumen de prestaciones reconocidas en 2020, teniendo en cuenta la extensión de estas prestaciones hasta el 31 de enero de 2021.

El crédito para los subsidios económicos para personas con discapacidad asciende a nueve millones de euros, lo que supone un decrecimiento del 34,8% con respecto al ejercicio anterior, “por tratarse de un colectivo de carácter cerrado, sin nuevas incorporaciones y, por tanto, con tendencia decreciente del gasto”.