Senado
Campo proclama su defensa de la monarquía ante los reproches simétricos de PP y JxCat
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El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, proclamó este martes su defensa de la monarquía y el orden constitucional frente al PP, a quien acusó de dañarlos, y frente a Junts per Catalunya, de quien constató que no creen en ellos.
Campo tuvo que responder a dos preguntas similares, pero desde enfoques opuestos, en la sesión de control al Gobierno en el Senado. Una de la senadora Maria Teresa Rivero Segalàs, de JxCat, y otro del parlamentario Bienvenido de Arriba, del PP. La primera indagó “cómo valora el Gobierno la neutralidad política de la Corona” y el segundo por qué cree que la presencia del Rey en Cataluña “puede perturbar la convivencia”, después de que el Ejecutivo no permitiera al monarca asistir al acto de entrega de despachos a los jueces en Barcelona.
A Rivero, Campo le contestó inicialmente que el Gobierno “valora muy positivamente” la neutralidad política de la monarquía, pero la senadora nacionalista contraatacó: “No me decepciona, ustedes son capaces de decir una cosa y la contraria en poco tiempo. Desconcierta hablar de la Corona con ustedes”.
Así, reprochó al Ejecutivo que, por un lado, dé “cobertura a la huida de un Rey sin mérito (juego de palabras con el emérito) y por otro lado se queje de “injerencias” de los partidos de derecha y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y, seguidamente, pasó al ámbito del conflicto nacionalista catalán preguntando “dónde estaban” los dirigentes del PSOE cuando “el Rey decidió bajar a la arena política” con su discurso del 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum independentista, y “abdicó de los catalanes y pasó a ser parte del conflicto y no de la solución”.
Rivero siguió afeando al Gobierno que quisiera “blanquear” todo esto con la visita que el Rey hará a Barcelona este viernes a la Barcelona New Week, mientras a la vez la Justicia va “descabezando” y “derrocando” gobiernos catalanes. “Coronas y togas toman partido y juegan peligrosamente a la política”, denunció.
Así, pidió a los miembros del Ejecutivo que “sean valientes” y “hagan caso” al ministro de Consumo, Alberto Garzón, y espetó, en alusión a la petición de apoyo a los Presupuestos: “No puede ser que nos llamen a arrimar el hombro mientras nos cortan la cabeza”. Según concluyó, a diferencia del Rey el Gobierno “no puede ser neutro”, y por eso le preguntó qué va a hacer para solucionar el descrédito de la monarquía aparte de acompañar a Felipe a Barcelona.
El ministro centró su respuesta en distinguir que él se cree el orden constitucional, incluida la Corona, y su interlocutora más. Así, defendió que la monarquía figura en el pórtico de la Carta Magna y tiene por misión “arbitrar el buen funcionamiento de las instituciones” y por eso no está imbricado en ninguno de los tres poderes. “Por primera vez la monarquía en España es plenamente democrática”, alabó, para luego apuntar que España no es la Francia de 1789 y “no hay ningún Robespierre”.
“A usted eso no le gusta, pero yo no tengo la culpa de que no se crea el ordenamiento jurídico”, se justificó ante la senadora de JxCat, a quien acusó de emplear “los mismos juegos dialécticos que Vox” y terminó advirtiendo: “Este Gobierno defenderá el Estado constitucional de la primera a la última línea”.
PREGUNTA DEL PP
Por su parte, De Arriba, del PP, recriminó al Gobierno lo contrario: haber vetado el viaje del Rey a Barcelona. “¿Puede explicarme por qué si el Rey, que nos representa a todos, visita Barcelona, perturbaba la convivencia?”, disparó.
Campo respondió irónicamente que “no había tenido ocasión de reflexionar sobre este extremo” que lleva días echándose en cara al Gobierno. A partir de ahí, volvió a su mensaje de la pregunta anterior. “No se le pude imputar a este Gobierno nada que no sea la defensa del orden constitucional”.
Y, si a JxCAt le había reprochado no creerse ese orden, al PP le censuró que esté utilizando la Corona “como arma arrojadiza” y como “ariete político”. Y, aun declarándose seguro de que los populares no quieren dañar la monarquía, le avisó de que “de tanto jugar y tanto arremeter, podemos hacer daño a las instituciones” y “debilitar la Constitución”.
Como a Rivero, el ministro llamó al senador del PP a luchar contra el enemigo común, el virus, y le echó en cara su “insistencia en embarrar” el terreno de juego e impedir “que los árboles nos dejen ver el bosque”.
De Arriba insistió en que el autoritarismo y la radicalidad del Gobierno han “llevado a poner en riesgo la figura que nos representa a todos”, preguntó a Campo si el PSOE “rema a favor de las instituciones” o de los intereses del vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, y terminó considerando “intolerable” que se presentara al Rey como “perturbador de la convivencia” y afeando personalmente al ministro que no fuera capaz de secundar el ‘¡viva el rey!’ que entonaron los nuevos jueces en el acto de Barcelona al que no se le dejó acudir.
Campo, en su segundo turno, se limitó a echar en cara al PP que “le falta de coherencia” y a llamar la atención sobre la deriva de su discurso: “Mire de lo que ha hablado y mire de lo que preguntaba”.
(SERVIMEDIA)
06 Oct 2020
KRT/mjg