El año hidrológico tiene en cuenta las lluvias caídas entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente, y no coincide con un año natural porque parte de las precipitaciones del otoño y del invierno pueden acumularse en forma de nieve y no fundirse hasta la siguiente primavera.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha cambiado la metodología para analizar los valores mensuales y anuales de precipitación. Su portavoz, Rubén del Campo, indicó este lunes que el año hidrológico 2019-2020 es el 26º más húmedo de la serie histórica, que comienza con el año hidrológico 1961-1962, y el noveno de este siglo.

Además, ha sido "el cuarto más lluvioso de la década, que termina en diciembre". El año hidrológico más lluvioso fue el de 2012-13 y el más seco, el de 2011-2012. "En el último lustro, se ha tratado del segundo año hidrológico más lluvioso, tan sólo superado por el periodo 2017-2018", añadió.

Las precipitaciones superaron en un 25% los valores normales en extensas áreas del tercio este peninsular, el oeste de Galicia, el centro de Asturias, Navarra, La Rioja, Mallorca y el oeste de la provincia de Cuenca, y llovió un 75% más de lo habitual en pequeños lugares al sur de Lleida, Tarragona, el interior de Castellón y el oeste de Zaragoza; en esta última zona, las precipitaciones llegaron a duplicar el valor normal.

Por el contrario, llovió un 25% menos de lo habitual en gran parte de Canarias y algunas zonas aisladas del suroeste de Extremadura, el oeste de Andalucía y la costa de Málaga.

La distribución por grandes cuencas refleja una situación muy polarizada, con superávit especialmente destacado en las cuencas del tercio norte (un 32% más de lo normal en el Pirineo oriental) y déficit significativo en las del Guadiana, el Guadalquivir y, especialmente, la cuenca sur, en donde el año hidrológico ha quedado calificado como muy seco (un 35% menos).

MES A MES

El año hidrológico 2019-2020 se inició con un octubre que resultó seco en el conjunto de España, al terminar ese mes con una precipitación acumulada un 24% inferior al valor normal. No obstante, las precipitaciones aumentaron desde noviembre y ya en enero se registró un 11% más de precipitación acumulada de lo habitual.

El febrero más seco de toda la serie histórica (que comienza en 1965) hizo que las precipitaciones cayeran a un 3% por debajo de lo normal. Posteriormente, marzo y abril fueron muy húmedos, con lo que la ganancia de lluvias subió al 10%.

La primavera continuó con un mayo seco (entonces, un 7% más de lo habitual). El verano llevó con un junio húmedo, un julio seco y un agosto húmedo, con lo que al final de este último mes el superávit se cifraba en un 5%.

Las precipitaciones estuvieron debajo del valor normal en los primeros días de septiembre, aunque en la tercera semana de ese mes fueron abundantes, de manera que el año hidrológico 2019-2020 terminó con un 4% más precipitaciones de lo normal.