Según los datos publicados este miércoles por el Banco de España, la partida que más cae es la relativa al turismo, que pasa de un superávit de 27.700 millones de euros en los primeros siete meses del año pasado a solo 6.400 millones en el periodo comparable de este ejercicio.

El saldo de la balanza por cuenta corriente, que incluye los ingresos y pagos con el exterior por las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y por las rentas primaria y secundaria, arrojó en el mes estando de julio 1.400 millones de superávit, frente a los 3.700 millones del mes comparable de 2019.

También entonces la partida que marca, sobre todo, la diferencia es la relativa al turismo, cuyo superávit pasa de 6.200 millones a solo 1.300 millones de euros.

Los flujos de bienes y servicios no turísticos registraron de nuevo en julio de 2020 tasas de variación interanual negativas, aunque algo menores a las presentadas en junio (-7,8% frente a -10%, en el caso de las exportaciones, y -16,5% frente a -18,4% en el de las importaciones). Su saldo en julio de 2020 fue de 2.300 millones frente a un déficit de 500 millones en julio del 2019.

En términos acumulados de doce meses, en el mes de julio de 2020, la capacidad de financiación alcanzó 19.2 millones de euros, frente a los 30 millones de un año antes.

En los mismos términos, el saldo de la cuenta corriente fue de 15.300 millones, inferior a los 23.800 millones de julio del pasado año, "debido a la acusada disminución del saldo de turismo", de 21.900 millones y que solo parcialmente compensada por el aumento de 12.400 millones del saldo de los bienes y servicios no turísticos, según detalla el Banco de España.

El saldo de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España mostró una salida neta de fondos de 2.900 millones y los saldos de la inversión directa (que incluye las transacciones entre empresas de un mismo grupo) y de la inversión de cartera (que se materializa en valores negociables no incluidos en reservas ni en inversión directa) contribuyeron a este signo positivo con 6.700 millones y 6.500 millones de euros, respectivamente, debido, en ambos casos, a un aumento de los activos junto con una disminución de los pasivos.

Por el contrario, el saldo de la otra inversión (que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos) fue negativo, en 10.300 millones de euros, resultado de una variación neta negativa de los activos y también, aunque inferior, de los pasivos en 20.800 millones y 10.500 millones, respectivamente. Por último, la cuenta financiera del Banco de España frente al exterior registró un saldo neto de 3.40 millones de euros.