Ambos se intercambiaron estas lindezas en una pregunta en la sesión de control en el Congreso, la primera que Espinosa de los Monteros dirigía a Iglesias, y en la que inquirió si su habitual afirmación de que la derecha no volverá a gobernar en España “es un deseo o es un pronóstico”. En el enunciado registrado, la pregunta decía “un deseo o una amenaza”, una formulación que probablemente se ajustaba más a lo que el portavoz de Vox quería transmitir.

Espinosa, en su primera pregunta parlamentaria al vicepresidente, comenzó deplorando que Iglesias y Podemos “no han traído nada de valor” a la política, sino sólo “odio y rencor” y el intento de “demoler una serie de consensos” de la democracia española.

Respecto a la afirmación de que la derecha no volverá a gobernar, recordó que una cosa parecida dijo el expresidente venezolano Hugo Chávez, a quien de momento sucede efectivamente su heredero Nicolás Maduro, y también que Dolores Ibárruri, la Pasionaria, advirtió a finales de la Segunda República al diputado de la CEDA José Calvo Sotelo que había “hablado por última vez”, poco antes de ser efectivamente asesinado por pistoleros de izquierdas.

Iglesias aclaró inicialmente que su afirmación “no era una amenaza, era un augurio”, a lo que Espinosa de los Monteros repuso que a Vox no le impresionan los “despliegues de rencor” de Iglesias, pues los atribuyó a que “desconoce la estructura económica y el funcionamiento de España”.

A continuación, como otros portavoces de Vox en las últimas semanas, Espinosa de los Monteros diagnosticó que Podemos es “un fraude porque han acabado representando todo aquello que decían odiar” y advirtiéndole de que ya no engañan a los trabajadores, que según han comprendido que, con el partido de Iglesias, “un poco de pasta basta para que sean partes de una casta”.

Iglesias dedicó su segundo turno a reprochar el tuit que este fin de semana publicó el perfil oficial de Vox llamando a mandar de vuelta a Argentina” de “una patada en el culo” al secretario primero de la Mesa del Congreso y diputado de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, oriundo de ese país, por haber criticado, como otros representantes de Unidas Podemos, que el Rey llamara el viernes al presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, y le confesara que le habría gustado estar en el acto de Barcelona al que el Gobierno no le autorizó a acudir.

El vicepresidente recordó que Pisarello es nieto de republicanos españoles que tuvieron que exiliarse e hijo de un abogado asesinado por la dictadura argentina del general Videla, y aseguró que ninguno de los diputados de Vox “le llega a la suela de los zapatos en términos d compromiso democrático”. Finalmente, diagnosticó que Vox “promete patadas en el culo” a inmigrantes, feministas, vascos y catalanes pero que “para pasar de las palabras a los hechos les faltan agallas”, por lo cual encarnaría el mencionado refrán castellano de “perro ladrador, poco mordedor”.