No obstante, según informa el Ministerio, las embarcaciones de vela afectadas por la resolución podrán navegar de forma perpendicular a la zona delimitada para acceder a la zona costera o salir de ella hacia el mar.

Esta medida se adopta con el objetivo de garantizar la integridad de las personas y de las propias orcas, tras la solicitud realizada por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Los incidentes con las orcas en zonas costeras españolas empezaron a detectarse el pasado 19 de agosto y, desde entonces, se han producido varios ataques a veleros que han provocado daños materiales de distinta consideración, sobre todo en el timón de las embarcaciones. Algunos de estos incidentes han requerido la intervención de efectivos de Salvamento Marítimo.

Las interacciones con orcas han afectado, sobre todo, a veleros de tamaño medio, de una eslora igual o menor a 15 metros; todos los encuentros con las orcas se han producido entre las 2 y las 8 millas náuticas de costa y la velocidad de navegación oscilaba entre los 5 y los 9 nudos, ya fuera exclusivamente a vela o a vela y motor.

En la resolución, la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) asegura que esta medida se adopta para “garantizar la integridad de las personas y la de las propias orcas” y resalta que se trata de una medida “proporcionada, objetiva y no discriminatoria en la salvaguarda mutua de la conservación de la biodiversidad marina y de la seguridad de la navegación”.

En principio, entrará en vigor esta noche, una vez que se difunda como “Aviso de los Navegantes” y se prolongará durante una semana, aunque no se descarta ampliar la medida a otras zonas, siguiendo la ruta migratoria de las orcas, un mamífero marino de hábitos sociales que se encuentra presente de forma regular en las aguas sometidas a jurisdicción española desde el Estrecho de Gibraltar, las costas Atlánticas del Golfo de Cádiz y de Galicia y el Mar Cantábrico.

Como medida preventiva, la DGMM también pide a los navegantes que en caso de encuentro con un cetáceo mientras se navega, deben mantener la navegación con el mismo rumbo y velocidad, sin realizar cambios bruscos ni tratar de aproximarse a menos de 60 metros del ejemplar o ejemplares.