La mayoría de las codornices inician a principios de septiembre la marcha a sus zonas de invernada, que se encuentran en África. No obstante, se conocen movimientos de las codornices ya a partir de julio, después de la actividad reproductora, según informó este martes SEO/BirdLife.

El máximo de presencia en España de la codorniz se produce durante el verano (según datos de la palaforma eBird), pero en este periodo los expertos consideran que se produce un descenso del contacto con la especie sobre todo por el descenso en la actividad canora de los machos y mayor dificultad de detección. Ya en el mes de octubre se constata una baja presencia general de la codorniz en España.

"Conocer la fenología de la codorniz común es fundamental para actuar y emprender acciones de conservación de la especie. En otoño, por ejemplo, sabemos gracias a los programas de seguimiento de aves de SEO/BirdLife, que la mayoría de las codornices inician la marcha a principios de septiembre y se prolonga durante el otoño, aunque algunos ejemplares se quedan en España invernando", aseguró Blas Molina, técnico de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife y coordinador del proyecto Aves y Clima.

AVES JÓVENES

Gran parte de la población migratoria la forman jóvenes ejemplares nacidos en el año. Su productividad en la temporada, o ejemplares nuevos que salen adelante en la época de cría, está determinada por las condiciones climatológicas de la primavera y el verano, y las condiciones del medio (abundancia de precipitaciones, temperatura, cobertura vegetal suficiente y buena disponibilidad de alimento).

Las zonas de invernada en África se encuentran principalmente en el Sahel, franja de territorio localizada al sur del desierto del Sahara. Las poblaciones más occidentales se dirigen a áreas como las cuencas de los ríos Senegal, Níger y Saloum. Son mMiles de kilómetros en los que tiene que atravesar el mar Mediterráneo y el desierto cálido más grande del mundo.

Estas zonas suponen nuevos retos de supervivencia para esta especie porque registran grandes sequías y allí desde hace décadas se constata la disminución de las precipitaciones y se han desecado miles de hectáreas de zonas húmedas. Además, las lluvias en los meses de julio y agosto determinan las cosechas de amplias extensiones de mijo y sorgo, cereales más cultivados en estas regiones africanas y a las que llegarán las codornices en estas fechas.

En España se queda una pequeña población en invierno de la que existe poca información y muy ligada a cultivos de regadío principalmente de los valles del Guadalquivir y Guadiana. También pueden encontrarse codornices comunes en invierno en Canarias, donde una parte de la población es sedentaria y una parte migratoria.