Cae en Cataluña una red de narcos que cultivaba marihuana a granel en el interior de chalé
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La Guardia Civil ha desmantelado en las provincias de Barcelona y Tarragona una banda de narcotraficantes que cultivaba marihuana en el interior de 12 chalés de zonas residenciales de Cataluña, donde se han encontrado 12.600 plantas para producir esta droga.
Según informó este martes el Instituto Armado, en la 'operación Caribes' han sido detenidas 31 personas e investigado a cinco de nacionalidades serbia, española, bosnia, británica y croata a los que se les imputan los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
En la operación se han desmantelado 12 plantaciones 'indoor' en las que había 12.600 plantas de marihuana y 1.990 kilogramos procesados de esta droga y 50.000 euros en efectivo. Han sido realizados 19 registros en viviendas en las localidades de Olivella, Canyelles y Sannt Pol del Mar (Barcelona) y Valls, Pla de Manlleu, Torredembarra, Tortosa, Cabra del Camps y Segur (Tarragonna).
La investigación de la Guardia Civil comenzó en julio del año 2019, al producirse un incendio en una vivienda de Olivella (Barcelona), donde se descubrió que su origen había tenido lugar en la instalación eléctrica ilegal que abastecía una plantación de marihuana. La alta demanda energética que requerían los diferentes sistemas eléctricos de la plantación provocó un cortocircuito.
EXPORTABAN PARTE DE LA DROGA
El cabecilla de la organización criminal -un ciudadano inglés- y su pareja sentimental alquilaban y ocupaban chalets situados en zonas residenciales y aisladas de Barcelona y Tarragona.
En su interior acondicionaban complejas plantaciones de marihuana, provistas de diferentes salas de cultivo destinadas a plantas en diferentes estados de crecimiento y contaba con la participación de trabajadores de nacionalidad española, expertos en el montaje de sistemas eléctricos y de refrigeración, para dotar a las infraestructuras de instalaciones automatizadas que optimizaban y aceleraban el cultivo de la droga.
Las tareas de vigilancia de las plantaciones corrían a cargo de ciudadanos serbios a los que la líder de la organización ‘contrataba’, pagaba el viaje hasta España y un 'sueldo' fijo por sus servicios. Periódicamente realizaba rotaciones del personal para no levantar sospechas.
Esta organización, que obtenía grandes cantidades de marihuana debido la vasta red de plantaciones que había establecido en las dos provincias, distribuía la marihuana ya procesada y empaquetada al resto de Europa mediante transporte terrestre.
(SERVIMEDIA)
22 Sep 2020
NBC/gja