El diputado de NI Manuel Alcaraz destaca que ese informe revela datos "escalofriantes, como que el 70% de las personas que se suicidaron fueran jóvenes, que el 66% no tuviera antecedentes penals o que casi el 70% entraran por primera vez en prisión".

El informe, realizado por la Subdirección General de Gestión Penitenciaria, proporciona las siguientes cifras de suicidios: 26 en 1993, 22 en 1994, 27 en 1995, 26 en 1996 y 30 en 1997. La tasa de suicidios por cada 1.000 presos creció de 0,66 a 0,80 a lo largo del periodo estudiado.

El 96,67% de los suicidios fueron cometidos por hombres, el 40% entre jóvenes de 21 a 30 años, el 66% por reclusos que ingresaban por primera vez en prisión, e 30% por presos preventivos, el 50% tenía sentencia de menos de dos años, el 86% no tenía antecedentes de autolesiones y el 86% no consumían drogas.

Según Alcaraz, la realidad de las cárceles es muy diferente según la versión que se tome sea la del Gobierno o las de las organizaciones no gubernamentales que trabajan con presos y que denuncian "apeleamientos colectivos, registros con desnudo integral frecuentes, largos periodos en celdas de aislamiento y falta de higiene".