En un comunicado, el sindicato destacó que “el alumnado de Educación Secundaria (ESO y Bachillerato), Formación Profesional e incluso el universitario también sufre las consecuencias de la brecha digital” y apuntó que “hay que tener en cuenta las desigualdades territoriales, las dificultades del medio rural y la barrera que supone esto para garantizar la igualdad de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes”.

Según el sindicato, unas 800.000 personas con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años no disponen de la formación digital necesaria para estudiar online, por lo que España se sitúa “lejos de la media europea”.

La central sindical liderada por Pepe Álvarez recordó que “el inicio del año escolar 2020-21, claramente marcado por la pandemia Covid-19, vendrá acompañado de un elevado número de clases a distancia, impartidas a través de medios digitales”, por lo que destacó que “este uso masivo y generalizado de nuevas tecnologías volverá a aflorar la gran brecha digital que sufre nuestro sistema escolar, en términos de infraestructuras digitales (ausencia de conexiones de alta velocidad en las escuelas, así como dotación de ordenadores, pizarras electrónicas, etc.) o de competencias del profesorado”.

“El tamaño y alcance de esta desigualdad tecnológica hace que, en muchas ocasiones, se pierda de vista cómo afecta la brecha digital a nuestra juventud, en la creencia de que al identificarlos como nativos digitales ya están exentos de carencias al respecto. Nada más lejos de la realidad: nuestros adolescentes también sufren, y mucho, los efectos de la brecha digital”, denunció el sindicato.

Así, UGT subrayó que un 13,3% de los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años no disponen de suficiente formación digital como para usar recursos de aprendizaje online o manejar una hoja de cálculo. Asimismo, añadió que un 12% de las personas adolescentes no acreditan ni una sola competencia informática básica, como la capacidad de editar una foto, crear una presentación o usar una hoja de cálculo, y que otro 7,7% sólo sería capaz de hacer una de esas tres tareas.

“No cabe ninguna duda que las personas con estas insuficiencias tendrán muchísimo más difícil desarrollar su formación, lo que representa un severo problema de desigualdad y un freno al ascensor social que representa una educación de calidad”, señaló el sindicato, para concluir reclamando “medidas urgentes y prioritarias” así como “inversión, tiempo, planificación y sensibilización”. “Nos jugamos el futuro de nuestra juventud, y por tanto, de nuestra economía y nuestra sociedad en términos de igualdad y justicia social”, concluyó.