La necesidad de aumentar la flexibilidad y ajustar los costes por parte de las empresas contratantes, el papel de estos servicios en el proceso de transformación digital de las empresas españolas o la expansión del 'cloud' y las nuevas propuestas de valor asociadas a esta tecnología, se encuentran entre las razones que explican la favorable evolución del ‘outsourcing’ tecnológico.

La gestión de infraestructuras se mantuvo como el principal segmento de actividad, suponiendo el 47,9% de los ingresos. Sin embargo, las áreas de 'outsourcing' de procesos de negocio (BPO) y gestión de aplicaciones experimentaron un mayor dinamismo en 2019.

La prestación de servicios a clientes ubicados en el extranjero registró un incremento algo mayor en 2019, contabilizando una tasa de variación del 6,2%, hasta los 1.025 millones de euros. Por su parte, la actividad destinada a clientes en España generó unos ingresos de 5.100 millones de euros, habiendo crecido un 4,8% respecto a 2018.

Los cinco primeros grupos reunieron en 2019 el 55% del volumen de negocio derivado de la prestación de servicios de 'outsourcing' de TI. Los diez primeros, por su parte, concentraron algo más de las tres cuartas partes del total.

Ante la pandemia del Covid-19, los autores del informe señalan que la crisis ha generado un alto nivel de incertidumbre, motivando la renegociación o retraso de proyectos en marcha. “No obstante, el posicionamiento del 'outsourcing' tecnológico como elemento vertebrador de los cambios que deben afrontar las empresas en el nuevo escenario hará que el mercado se vea menos penalizado que en otros sectores de actividad”, señalan.

El estudio añade que en los últimos meses los operadores del sector han llevado a cabo diversas operaciones de adquisición e integración de empresas, apreciándose una tendencia de aumento del grado de concentración de la oferta.