Así lo precisó en una rueda de prensa en la que reconoció que el balance con respecto a este mes le deja un “sabor agridulce” puesto que, a pesar de ese incremento de la transmisión que España ha conseguido “que no sea muy rápido”, también se ha incrementado “muchísimo” la capacidad diagnóstica, hasta el punto de que el país está detectando ahora “casi el mismo número de casos que en el pico de final de marzo y primeros de abril”.

“Pero seguimos teniendo un incremento de transmisión y eso no nos puede dejar dormir tranquilos”, sentenció, al tiempo que subrayó que la población “no tiene por qué angustiarse más de la cuenta”. “Tiene que estar preocupada y aplicar las medidas de control”, apostilló, convencido de que nos encontramos en una situación “relativamente estable”, con algo más de 7.000 casos diarios, más de la mitad de los cuales son asintomáticos.

De este modo, defendió que se está detectando un volumen “muy importante de la realidad de la infección, que es lo que nos faltaba antes” al tiempo que valoró el esfuerzo de aquellas regiones con un incremento de transmisión “muy importante” y que han sido capaces, “como mínimo, de estabilizarlo y algunas, de iniciar un descenso claro y obvio”.

“Se ha podido evitar una transmisión al mismo tiempo en todo el territorio y hemos conseguido controlar la evolución de los brotes en temporeros”, añadió, al tiempo que insistió en que “poquito a poco, muy despacio, se van controlando los brotes en el ámbito social”. “Nos cuesta un poco más con el ocio nocturno, pero, aunque muy marginalmente, se va reduciendo el tamaño de los brotes asociados a él”, sentenció.

“Tenemos que aprender a convivir con el virus, pero no a convivir dejando que haga lo que quiera, sino controlándolo al máximo”, abundó, para precisar que eso “no quiere decir que tengamos que tener a toda la población encerrada”.

En este sentido, afirmó que, aunque “no es buena”, la situación epidémica en España “no es catastrófica y estamos consiguiendo que los sistemas sanitarios españoles estén funcionando correctamente”, si bien instó a estar atento a algunos hospitales madrileños “que están empezando a tener ocupaciones que debemos controlar”, al igual que su sistema de atención primaria, que está sufriendo ahora “un estrés muy importante”.

A este respecto, el director del Ccaes puntualizó que, a pesar de que tiene capacidad de “controlar la epidemia”, España cuenta con zonas muy densamente pobladas en las que el control “no es fácil”. “En Madrid estamos ahora en esa batalla, hay que conseguir controlarlo”, aseveró, al tiempo que admitió que la situación de esta región “genera inquietud” porque se trata de una zona de “alto riesgo”.