El hallazgo del cadáver de una joven, que lleva tres años desaparecida y por cuyo asesinato hay una mujer en prisión, obligará a reabrir el caso, iniciando una anómala relación entre la víctima y la doctora Nash Elizondo, especialista en una modalidad de investigación tan poco usual como fascinante.

Nash es "psicóloga de los muertos", el profesional forense al que se recurre cuando las analíticas y las exploraciones habituales en una autopsia no son concluyentes. Su trabajo es indagar en la mente de la víctima, en su intimidad, en sus diarios, en su música, en su ropa, en sus elecciones personales, en sus amistades, y en su relación con cada una de las personas que rodeaban su mundo. En la novela está también Amaia Salazar, la inspectora protagonista de la Trilogía del Baztán.

'Las que no duermen Nash' es, según Redondo "un homenaje al inconformismo, la rebeldía, el espíritu crítico, la inquietud y todo aquello que imaginamos cuando nos mandaban a dormir, pero decidimos permanecer despiertas, vigilantes, imaginativas, creadoras de mundos que soñamos despiertas, y algunas, hasta los escribimos". Nash es el acrónimo que corresponde a las iniciales de muerte natural, accidental, suicida u homicida.

'Las que no duermen Nash' forma parte de un cuarteto de novelas que se inició con 'Esperando al diluvio', y se completará con dos novelas más. El cuarteto de 'Los Valles Tranquilos' está compuesto por un conjunto de novelas no correlativas, y sin aparente relación entre ellas, unidas de modo casi invisible por un elemento que el lector irá descubriendo según avance en la lectura, y por lo tanto podrán leerse de modo independiente, destacó Destino.