En declaraciones a Servimedia, Alonso señaló que "la presentación del grupo GIL en Melilla causó preocupación, por la naturaleza de su discurso antisistema democrático, un discurso totalitario".

Alonso denunció que el partido político de Gil "aborda las cuestiones de la ciudad aciendo hincapié en la delincuencia, y plantea la delincuencia como un problema de exclusión, asociándola a determinados colectivos étnicos y religiosos de la ciudad, además de hablar de métodos como la creación de una policía montada".

"Lo que es también preocupante es que un grupo de este tipo pueda tener un amplio apoyo social, porque lo que viene a poner de manifiesto es el descrédito de los partidos políticos tradicionales, que tendrían que examinarse y ver por qué sus mensajes no están calando ylo hacen otro tipo de mensajes que van contra el Estado de Derecho", agregó.

Alonso señaló que, aunque la escasa mayoría obtenida por Gil en Melilla probablemente no le permitirá formar gobierno, "es un fenómeno para estudiar que haya sido la fuerza más votada". Por ello que pidió al resto de los partidos políticos que "estén más cerca de los ciudadanos y realmente sean el vehículo de la participación ciudadana, no grupos de poder para repartirse los patrimonios públicos".