Los enfermeros resultan cruciales para asegurar el cumplimiento de las medidas preventivas. Son profesionales que, además de atender cualquier eventualidad en materia de salud en el centro, realizan una labor de vigilancia epidemiológica para detectar a los alumnos o profesores con síntomas, proceder a su aislamiento y al rastreo de los contactos.

El CGE señala que “es una prioridad de salud pública” que los colegios de toda España cuenten con un enfermero en plantilla “por el bien de la sociedad en general”. De no ser así, apuntan, los posibles casos pueden no tener el seguimiento adecuado para cerrar el círculo de los contactos y detener el brote.

Desde el Consejo consideran además “un error” delegar estas funciones en los profesionales de Atención Primaria, porque “están saturados, exhaustos y no integrados en la comunidad escolar” y es algo que “van a pagar caro numerosas comunidades autónomas”.

Como asegura Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, la lucha contra el coronavirus “pasa por esta apuesta por la enfermería escolar o habrá rebrotes y España se enfrentará a una segunda ola de contagios muy peligrosa”.