Según informó este lunes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en este caso se han podido esclarecer más delitos de los que conocía el Instituto Armado, ya que los cuatro autores materiales de los robos y los tres receptadores de los objetos han confesado haber cometido entre 14 y 24 delitos que no han sido denunciados por sus víctimas.

Las investigaciones comenzaron tras un robo en una vivienda de Tres Cantos a finales de 2010, donde la inspección ocular puso a los agentes tras la pista de los ladrones. Pocas semanas después se produjo otro robo en una peluquería que confirmó las sospechas de los agentes y les permitió determinar la identidad de los delincuentes con total seguridad.

Las pesquisas revelaron que los delincuentes no actuaban aisladamente, sino que estaban integrados en un grupo jerarquizado, con tareas precisas y determinadas para cada miembro de la banda. Varios de ellos cometían los robos, bajo la protección de otros que vigilaban los alrededores, y unos terceros revendían los artículos robados en tiendas de empeño.

El delito habitual era el robo de bicicletas, bien mediante la fractura de las medidas de seguridad, bien con el apalancamiento de las puertas para acceder a los trasteros o garajes en los que se guardaban. Una vez determinado el destino que habían sufrido algunos de los objetos sustraídos, los agentes de Tres Cantos detuvieron a los siete miembros de la banda entre los días 14 y 16 de febrero.

Las declaraciones de los detenidos (G.A.L.L., colombiano de 19 años; N.A.H.Z. y A.E.J.E.B., marroquíes de 19 y 22 años, respectivamente; J.C.G.M., madrileño de 21, y O.M.G.N., portugués de 34 años, además de dos menores de 16 y 17 años) revelaron la magnitud de la actividad delictiva de la banda, ya que aseguraron haber robado entre 40 y 50 bicicletas, además de la casa y la peluquería.

El registro de un garaje y un trastero de Tres Cantos posibilitó la recuperación de 16 bicicletas y un ordenador portátil, mientras que en el registro del domicilio de uno de los detenidos se hallaron diversas joyas. La Guardia Civil continúa las gestiones para recuperar los efectos empeñados y los ya recuperados han sido devueltos a sus legítimos propietarios.

Se da la circunstancia de que uno de los detenidos, N.A.H.Z, a pesar de ser mayor de edad, se encontraba fugado desde hace dos años del centro de menores donde se hallaba internado. Todos los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes, que decretaron el ingreso en prisión de los cabecillas del grupo.