Según informó hoy el gestor de las bolsas, el beneficio subiría un 13% en lugar de caer de no existir dichos gastos extraordinarios. En el segundo trimestre estanco, el más afectado por la volatilidad y la incertidumbre que se instaló en los mercados, el beneficio se redujo a su vez un 21,6% interanual y se situó en 25 millones de euros.

Los ingresos netos crecieron un 9,8% en la primera mitad del año y ascendieron a 156,4 millones de euros, con una expansión también más moderada en el segundo trimestre, cuando avanzaron un 7,5%.

Por su parte los costes operativos detrajeron 73,3 millones de euros a la cuenta, un 30,9% más, y ello arroja un resultado operativo o Ebitda de 83,1 millones, un 3,9% menos. Si se excluyen los gastos no recurrentes, asociados a la OPA lanzada por el Grupo SIX y a la crisis del Covid-19, el Ebitda aumentaría un 14,7%.

Así la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del grupo cerró junio en el 29,4%, mientras que la ratio de eficiencia se situó en el 46,9% y el indicador de ingresos no ligados a volúmenes en el 97%. Sin tener en cuenta los gastos no recurrentes, estas ratios se habrían situado en el 35,7%, 36,6% y 124%, respectivamente.

El gestor suizo de la bolsa, el Grupo SIX se ha hecho con el 93,16% de BME a través de la OPA y BME ha modificado su política de retribución al accionista y no abonará el primer dividendo a cuenta de 2020 previsto para septiembre.

En cuanto a la actividad en los mercados que determina sus cuentas, BME detalló que la Bolsa española registró un incremento del 57,2% en el número de operaciones de renta variable en el semestre, hasta alcanzar los 28,8 millones, con un volumen efectivo de 240.000 millones de euros. Tres nuevas compañías se incorporaron al mercado alternativo MAB entre enero y junio, siendo dos de ellas socimis.

En renta fija el volumen emitido y admitido a negociación en los sistemas de Renta Fija de BME se incrementó un 120,2% como consecuencia del aumento de emisiones sostenibles encaminadas a afrontar la crisis del Covid-19. El saldo vivo del MARF se situó en 4.613 millones, un 12,1% más.

Por su parte, el volumen total negociado en el mercado de derivados de BME se situó en 23 millones de contratos, un 6,4% inferior respecto al mismo periodo de 2019, afectado por la restricción a la toma de posiciones cortas.