Ante las reiteradas preguntas al respecto que se le formularon en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, Alonso insistió en que lo importante es "qué parte de la energía que necesita el país tiene su origen en las centrales nucleares", y a los efectos se mantiene el consenso en que durante la próxima década dicha proporción seguirá siendo del 18%.

"En el futuro", prosiguió, "se elaborará esta cuestión según las necesidades de abastecimiento energético y nosostros mantendremos nuestra apuesta por las energías renovables". En este sentido, dijo que tampoco le consta ningún cambio del Gobierno en relación al futuro de la central de Santa María de Garoña (Burgos), cuyo cierre está previsto para 2013.

Respecto a la enmienda aprobada por el Senado, puntualizó que "no es contraria" a las resoluciones del Congreso. A su juicio, sobre la vida útil de las nucleares "no dice ni una cosa ni la contraria", porque "se pronuncia en términos muy generales", y "lo que no figura, no figura", y por tanto no puede dar lugar a "interpretaciones en un sentido ni en otro".

No obstante, sí situó la aprobación de la enmienda "en relación con los acuerdos sobre las reformas económicas" a los que se ha llegado en la cámara, en los que el Ejecutivo ha querido recabar el apoyo de los grupos parlamentarios.

En este sentido, Alonso no entró a comentar las palabras del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien dijo tener la sensación de que el presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, no va a tener "más remedio que admitir" la necesidad de la energía nuclear.

Eso sí, recordó, el "Grupo Parlamentario Socialista está para apoyar al Gobierno", y, pese a su voto favorable a la enmienda del Senado, "obviamente no se va a desmentir a sí mismo" ni al Ejecutivo.